ECONOMíA
Nielsen implora una reconciliación
El secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, afirmó ayer que “nosotros con el decreto 905 estamos dando todas las facilidades para que la sociedad argentina se reconcilie con los bancos”, al tiempo que señaló que “el Estado debe dejar de interponerse en la relación entre el banco y el cliente”. En consecuencia, subrayó que “son las instituciones las que tienen que hacer el trabajo de recrear la confianza”. “Tratamos de que, dentro de la pérdida, pierdan los menores grados de libertad posible”, afirmó Nielsen. El secretario consideró que es preciso “lograr que los bancos dejen de estar amurallados y pasen a trabajar con sus clientes normalmente”, y advirtió que “hay que ir rápidamente a la normalización, sino como sociedad nos veremos con limitaciones muy grandes”. Por eso, indicó que “hay que explicar el decreto, pero tener presente que es necesario que la gente vuelva a tener confianza en los bancos”. “Estamos en situación extremadamente compleja y difícil”, evaluó Nielsen, quien destacó que desde el Gobierno “abrimos el abanico de posibilidades, hablamos de una situación intrínsecamente injusta y desagradable, y dentro de eso tratamos de abrir al máximo el abanico de posibilidades resguardando a la vez la estabilidad monetaria”.
En cuanto a la posibilidad de ampliar la utilización de los bonos a la adquisición de casas ya construidas, señaló que “por el momento está cerrada”, porque precisó que “la prioridad número uno es la generación de empleo”, y subrayó que “por eso los pocos recursos que existen se destinarán a la construcción de viviendas, no a la adquisición”.
En otro orden, el secretario indicó que un bono compulsivo para salir del corralito hubiera significado “un aumento de deuda de entre 12 mil y 13 mil millones de dólares, algo que la Argentina no puede permitirse”.
En tanto, el presidente de la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República Argentina (Abappra), Carlos Heller, sostuvo que el país “no está para nuevas medidas compulsivas” y estimó que a pesar de ser “la menos mala de las soluciones”, los bonos “son una buena opción porque no tendrán un precio vil”.