El gobierno de Venezuela ya no cacarea sólo en la región. Así lo expresó ayer el presidente Hugo Chávez al desembarcar en Brasil, donde respaldó la propuesta de su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, de crear un Consejo de Defensa Sudamericano. “Es una alianza política, económica y también militar para defendernos, para asegurar nuestra independencia, en este mundo de imperialismos y neoimperialismos y de guerras preventivas”, destacó. Chávez recordó que él ya había impulsado una iniciativa similar en 1999, pero entonces nadie lo escuchó. “Yo era un gallo solitario. Ahora somos varios gallos y gallinas”, añadió. El otro tema candente que reunió a los mandatarios es la discusión sobre un proyecto energético en el nordeste brasileño entre las petroleras de ambos países. Ayer, firmaron un acuerdo de asociación en ese asunto. El Mercosur también iba a estar presente en la agenda bilateral de dos días.

Aunque los dos presidentes tenían previsto abordar el tema por la tarde, Chávez no se aguantó. Apenas arribó a la ciudad nororiental de Recife se dedicó a elogiar el Consejo Sudamericano de Defensa. “Es una propuesta extraordinaria”, dijo. “Está en marcha un nuevo pensamiento en América latina. América latina es grande y tiene una historia grande, que está volviendo para hablar duro”, aseguró. Lula impulsó dicho Consejo días después de que estallara la crisis diplomática entre Colombia y Ecuador, cuando Bogotá bombardeó el primero de marzo un campamento de las FARC en suelo ecuatoriano.

Sin embargo, el líder venezolano señaló que la iniciativa de su par brasileño no es nueva. El plan de Lula, dijo Chávez, era el que tenía “El Libertador” Simón Bolívar cuando convocó en 1824 un congreso en Panamá para reunir a las ex colonias recién independizadas de España. Luego recordó el visitante que durante su primer año de gobierno él había propuesto, sin éxito, la creación de una OTAN del Sur (OTAS).

En momentos en que la Casa Blanca pugna por recuperar su presencia en la región, el jefe de Estado de Venezuela dejó en claro que Estados Unidos no debería interferir en el proyecto. Por eso se mostró muy satisfecho con la respuesta que el ministro de Defensa brasileño, Nelson Jobim, le propinó al secretario norteamericano de Defensa, Robert Gates, cuando se entrevistaron la semana pasada en Washington y hablaron del tema. “Creo que (Gates) le preguntó qué podía hacer Washington en la creación de ese Consejo de Defensa de Sudamérica, y (Jobim) dijo: ‘Nada, no hagan nada porque lo está haciendo Sudamérica’. Déjennos quietos”, dijo Chávez.

Jobim iniciará en abril una gira por todas las capitales sudamericanas para proponer la creación del Consejo, que serviría para desarrollar políticas regionales de defensa, ejercicios conjuntos, fuerzas de paz, y un análisis conjunto de la coyuntura internacional y regional. Para el ministro un organismo de ese tipo podría prevenir situaciones como el reciente conflicto entre Bogotá y Quito. Chávez piensa algo similar. “No es un plan contra nadie. Se trata de buscar soluciones a problemas como éste de Colombia”, dijo el martes en Caracas.

Pero detrás de las aparentes coincidencias también existen tironeos. Así lo dejó ver el ministro brasileño de Defensa cuando no hace mucho se mostró disgustado con Chávez por rebautizar la iniciativa brasileña con el apelativo de “OTAN del Sur”. Es que a diferencia de San Pablo, Caracas aspiraría a que el Consejo adopte una nueva doctrina militar. Esto implicaría excluir a Washington de los ejercicios conjuntos, incluirlo en hipótesis de conflicto como potencial enemigo, así como constituir fuerzas armadas populares y “bolivarianizar” las estatales.