EL MUNDO › CIRO GOMES DIJO QUE NO RENUNCIA A SU CANDIDATURA
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A seis días de las elecciones en Brasil, Garotinho se tiene fe para un ballottage mientras se desploma Ciro Gomes y se estanca José Serra. El triunfo de Lula, cada vez más cerca.
Falta menos de una semana. El domingo próximo, Luiz Inácio Lula Da Silva, tres veces consecutivas candidato presidencial y tres veces derrotado, ganaría nada menos que en la primera vuelta. Para que no pase de ser algo potencial, José Serra, Ciro Gomes y Anthony Garotinho se aferran al único número que les permite soñar de la encuesta que ayer publicó la Folha de Sao Paulo y que había sido anticipada anteayer: el 26 por ciento de los encuestados admitieron que podrían cambiar su voto en estos seis días. Los tres esperan el último debate televisivo, el jueves próximo, como la última oportunidad. Claro que sólo Garotinho, que corre de atrás en las encuestas, está tranquilo. El oficialista Serra está muy nervioso y el laborista Gomes tuvo que rechazar, ayer, que fuera a renunciar a su candidatura, como sugirió uno de sus principales sostenes, el histórico líder laborista Leonel Brizola. Según Datafolha, Lula tiene el 45 por ciento de los votos totales y el 49 por ciento de los válidos, o sea, a uno del triunfo en primera vuelta.
En realidad, lo de Brizola fue formulado bajo la forma de una negociación. “Si Lula o el titular del Partido de los Trabajadores (PT), José Dirceu, vienen a explicar que nos necesitan para vencer en la primera vuelta, entonces la especulación sobre la renuncia de Ciro Gomes adquiere otro peso”, dijo Brizola, dos veces gobernador de Río de Janeiro, una de Rio Grande do Sul y por sobre todas las cosas ex compañero de lucha del propio Lula, con el que compartió la fórmula presidencial hace cuatro años. “Efectivamente, estamos reflexionando si no es mejor apoyar a Lula en el primer turno para terminar con este período infame de neoliberalismo”, completó.
Ciro Gomes se está derrumbando en las encuestas. Tras marchar segundo y amenazar incluso el primer lugar de Lula, ahora el ex ministro de Economía estaría obteniendo el 12 por ciento, según Datafolha, en cuarto lugar. Cuando Garotinho era el último, se negaba a renunciar a su candidatura pero afirmaba que si era necesario apoyaría a Lula en la segunda vuelta. Algo parecido pasa con Gomes, aunque para eso debe desautorizar por el momento a Brizola. “El programa de Lula no sirve para desactivar la bomba reloj que el gobierno armó. Yo fui criado en medio de la seca del Nordeste; soy de una raza que entra en la lucha para vencer o morir”, dijo ayer el candidato laborista. Hasta ahora, se está muriendo.
Por eso pueden ocurrir situaciones insólitas hasta hace dos semanas como el hecho de que Garotinho esté pidiendo el voto para la segunda vuelta a los que sufraguen en la primera por Ciro Gomes. “No creo que Ciro renuncie, no creo que él haga eso con Brasil –dijo ayer Garotinho–, pero sí les pido a los electores de Gomes que no transfieran su apoyo a Lula: yo soy el único candidato en condiciones de disputar el segundo turno con Lula y el que tiene un proyecto verdaderamente distinto de país.” Garotinho está convencido de forzar el ballottage con Lula, a quien hace dos semanas dijo que apoyaría en una segunda vuelta si él no tuviera chances. “Estoy cuatro puntos por encima de Serra, pero las encuestas todavía no lo admiten”, señaló ayer. La de Datafolha de ayer dice que Serra tiene el 21 por ciento, y Garotinho 16.
“Estoy seguro de que hay segundo turno y que yo voy a estar allí”, afirmó el delfín del presidente Fernando Henrique Cardoso. El candidato oficialista se dedicó ayer al estado de Minas Gerais, que reúne al 11 por ciento del electorado y es el segundo distrito brasileño. Pero en una campaña donde, en todo momento, lo que más reditúa es mostrarse como el opositor al gobierno, Serra tiene poco margen de acción, incluso si llega a arrancarle a Lula una nueva elección para el 27 de octubre.
Y Lula, entretanto, hace la plancha. Ahora está de gira con el reverendo norteamericano Jesse Jackson para disputarle a Garotinho los 26 millones de votos evangelistas, y para los cuales ya dispone de un candidato evangelista a vice, como José Alencar. Ya se aseguró el apoyo de varios empresarios, y en su campaña están discutiendo si valdrá la pena presentarse al debate televisivo del jueves.