EL MUNDO
Un día que terminó con la economía hecha bolsa
Wall Street se desplomó ayer a su punto más bajo en cuatro años en medio de malas noticias sobre el nivel de empleo, de informes de pérdidas crecientes de las corporaciones y de incertidumbre por los ruidos de guerra hacia Irak.
Por Larry Elliot
Los mercados accionarios terminaron ayer otra semana de turbulencias con nuevas caídas en el precio de las acciones luego de signos de que las compañías estadounidenses están respondiendo a la baja de sus ganancias con despidos. El índice Dow Jones en Wall Street cumplió su sexta semana consecutiva de desplome retrocediendo 188,40 puntos (2,45 por ciento) hasta quedar en 7528 unidades –lo que representa el punto más bajo en cuatro años–, mientras las acciones tecnológicas del índice Nasdaq perdían 25,66 puntos (2,20 por ciento) hasta quedar en 1139 unidades. En Londres, el índice FTSE 100 cayó 66,5 puntos, quedando en 3813,8.
Con el presidente Bush preparándose para hablar a la nación el lunes sobre la crisis con Irak, los bolsistas dijeron que el estado de ánimo en los mercados era de mucho nerviosismo pese a una inesperada caída del desempleo el mes pasado. “El ánimo está horrible. La gente tiene terror de comprar acciones –dijo Anthony Luliano, operador en jefe de Glenmede Trust–. Nada ha cambiado en el fondo. Algunas de las noticias económicas no resultaron tan malas como se anticipaban, pero hay incertidumbre en relación con las ganancias de las empresas y sobre Irak, así que seguimos en medio de un lío.”
Un alza temprana en las acciones de Wall Street se probó efímera cuando el mercado digirió las noticias de que las ganancias de Boeing del tercer trimestre serían más bajas que lo esperado. Los analistas afirman que la pérdida de 43.000 empleos era una guía más confiable del estado del mercado laboral en Estados Unidos que la caída de la tasa de desempleo de 5,7 a 5,6 por ciento, una declinación que se espera que se revierta en los próximos meses.
Los mercados europeos también cayeron abruptamente, con su atención concentrada ahora en la posibilidad de que la incesante caída en los precios de las acciones forzarán a los bancos centrales del mundo a cortar las tasas de interés para restaurar la confianza de los inversores. El Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra se reunirán la semana próxima para discutir las tasas de interés, mientras la próxima reunión programada del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal estadounidense es a comienzos de noviembre. Datos del Departamento de Trabajo de Estados Unidos mostraron que el número de empleados cayó en setiembre por primera vez en cinco meses. Esto es peor de lo que Wall Street estaba anticipando. Algunos economistas, sin embargo, dijeron que hay dudas acerca de si las perspectivas laborales eran lo suficientemente sombrías como para persuadir a la Fed de reducir la tasa del 1,75 por ciento, lo que ya representa su punto más bajo en 40 años. El informe laboral siguió a una serie de estadísticas deprimentes que han fogoneado las preocupaciones de que la economía estadounidense, que parecía haber salido de la recesión a fines del año pasado o principios de éste, puede estar nuevamente en problemas. “Obviamente el mercado laboral está más débil de lo que esperamos, pero algo de esto se compensa con fuerte revisión a la suba para agosto”, sostuvo Carol Stone, una economista en Nomura Securities en Nueva York.
Las especulaciones sobre un corte de la tasa por la Fed han estado acumulándose desde que dos miembros del Comité de Mercado Abierto votaron por una reducción en su última reunión, el 24 de setiembre. Pero Richard Yamarone, un economista de Angus Research en Nueva York, dijo que primero sería necesario más pruebas de que hay una recesión inminente. “La Fed necesitaría ver datos más débiles para poder cortar. Pero cada vez que hay pérdidas de empleos, significa menos impulso a una recuperación económica.”