EL MUNDO › LA POLICIA FRANCESA ACUDIO A PRINTEMPS LUEGO DE RECIBIR UN AVISO
Un grupo hasta ayer desconocido, Frente Revolucionario Afgano, colocó los cartuchos de dinamita sin los dispositivos para hacerlos explotar. El FRA exige el retiro de las tropas francesas de Afganistán antes de febrero de 2009.
› Por Eduardo Febbro
Desde París
En pleno período de los preparativos para las fiestas navideñas, el barrio parisino de la Opera quedó en plena efervescencia luego de que la agencia de prensa AFP recibiera un comunicado firmado por un grupo desconocido, el FRA, Frente Revolucionario Afgano. El texto advertía que “varias bombas” habían sido colocadas en la sección Hombres de la gran tienda Printemps situada en el Boulevard Haussmann. El mensaje decía también que una de las bombas debía explotar “de aquí al miércoles” y que estaba escondida en los baños del tercer piso del edificio: “Si no hacen intervenir a alguien de aquí al miércoles 17 van a explotar”, repetía el texto. Los servicios de seguridad acudieron al lugar, cerraron el tránsito y los accesos, evacuaron los locales y finalmente encontraron los explosivos: cinco cartuchos de dinamita sin dispositivo o mecanismo capaz de hacerlos explotar.
“Vamos a investigar para llegar hasta los autores”, declaró ayer la ministra francesa de Interior, Michèle Alliot-Marie. Las autoridades francesas no conocían hasta ayer la existencia de un grupo como el supuesto Frente Revolucionario Afgano. “Se trata de un grupo totalmente ignorado por todos los servicios”, reconoció la titular de la cartera de Interior, quien también reveló que los explosivos hallados eran “viejos cartuchos”. Su actitud es tanto más misteriosa cuanto que si bien el explosivo encontrado era real, en el estado en que estaba no podía causar daño alguno. Sin embargo, el texto que comunicó el lugar donde estaba la dinamita contenía una clara exigencia militar y política. El FRA exige el retiro de las tropas francesas desplegadas en Afganistán antes de finales de febrero de 2009. Fuentes judiciales confirmaron que el grupo amenazó a Francia con perpetrar atentados si no cumplía con la exigencia. El texto de la reivindicación está escrito en un francés por demás aproximativo. Ello no quita que los términos del texto dejan en suspenso una amenaza para el futuro, puesto que recalca que si no se retiran los militares de Afganistán antes de la fecha mencionada “volveremos a la acción en sus grandes negocios de capitalista, y esta vez sin advertir”.
Un portavoz de la Fiscalía de París observó que “los servicios antiterroristas piensan que se trata más bien de una advertencia, porque todo había sido indicado para que se encuentren los explosivos”. Si la identidad del grupo es un misterio, su auténtica pertenencia a la galaxia terrorista afgana no es tomada muy en serio por los investigadores. Los responsables policiales se inclinan más bien por pensar que se trata de una manipulación. Gérard Gachet, portavoz del Ministerio del Interior, aclaró ayer que “el lenguaje utilizado no es un lenguaje islamista”. Otros especialistas del Ministerio del Interior y de la lucha contra el terrorismo llegan a las mismas conclusiones y evocan incluso el término de “inconsistencia” para calificar el texto. Este, en efecto, es de un estilo nuevo si se lo compara con la abundante literatura islamista. La nota del supuesto FRA carece de toda referencia religiosa.
Cuando los grupos islamistas remiten comunicados los textos están embebidos de la temática religiosa, que es, en realidad, el hilo conductor. Otro detalle que suscita la desconfianza de los investigadores es la referencia directa a un solo país, en este caso Afganistán. Según los especialistas, los islamistas no hubiesen hablado de Afganistán, sino de la Umma, que es la “gran comunidad de los creyentes”. Por último, otro punto alimenta los interrogantes sobre la autenticidad de la reivindicación que llegó a la agencia AFP. Se trata de la palabra “capitalista”, nunca empleada hasta ayer por un grupo islamista. En lo que atañe a la meta de los presuntos terroristas, es decir, el retiro de las tropas francesas de Afganistán, nada parece más improbable. Actualmente hay 2800 soldados franceses desplegados en ese país en el marco de la fuerza internacional de asistencia y seguridad, una fuerza militar cuyo mando está a cargo de la OTAN. Ayer, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, reaccionó diciendo que cada uno debía permanecer “prudente y moderado”.
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