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› UN COCHE BOMBA PALESTINO MATO AYER A 14 PERSONAS EN EL NORTE DE ISRAEL
Viaje de sangre y fuego en Medio Oriente
En una zona de atentados frecuentes, pero con una táctica no tan común, un coche bomba explotó al lado de un ómnibus y provocó un río de sangre: además de los 14 muertos, hay 59 heridos, algunos de gravedad. El gobierno israelí evalúa cómo responderá.
Por Chris McGreal
Desde Jerusalén
Un atentado suicida volvió ayer a ser devastador en Medio Oriente, con la detonación de un auto cargado de explosivos cerca de un ómnibus repleto de gente en hora pico. Al menos 14 personas murieron y 59 resultaron heridas de gravedad luego de que el vehículo se prendiera fuego en segundos. El ala militar de la Jihad Islámica, las Brigadas Al Quds, se adjudicaron la responsabilidad del ataque en la jurisdicción de Karkur, a medio camino entre Tel Aviv y Haifa. El premier israelí, Ariel Sharon, llamó inmediatamente a una reunión con sus ministros para decidir la respuesta.
Tras el último ataque suicida del 20 de septiembre en Tel Aviv, con seis muertos, Sharon ordenó que las tropas cercaran las oficinas de Arafat en Ramalá. Los testigos del ataque de ayer describieron cómo el auto se condujo hacia el ómnibus momentos antes de la explosión. Michael Yitzhaki estaba sentado detrás del conductor, leyendo un libro, cuando estalló la bomba. “Hubo una explosión tremenda que empujó al ómnibus al costado del camino”, contó. “Corrí hacia afuera de la puerta y vi que el vehículo se llenaba de humo. Escuché a los soldados que estaban sentados en el fondo exclamando ‘ayúdennos, ayúdennos’. Con éxito logramos rescatar a algunos soldados y entonces de repente observé que en el ómnibus comenzaban las llamas. Al parecer, explotó el tanque de combustible. Luego la munición de los soldados se prendió fuego y también explotó. Todo era un horno.”
El ómnibus viajaba desde cerca de la frontera libanesa hacia Tel Aviv. La policía informó que creía que dos hombres en una 4X4 habrían detonado la bomba. “Uno de los peores problemas fue que varias personas quedaron atrapadas en el micro y no podíamos llegar a ellas a causa del fuego”, dijo Avi Zohar, jefe del servicio de ambulancia Magen David. “Varias de las muertes sucedieron porque nadie pudo sacarlos. Muchos otros saltaron a través de las ventanillas.”
Lee Oni estaba también en el micro. No podía creer haber escapado con heridas menores. “Escuché una larga explosión”, dijo. “De repente me vi a mí misma cubierta de sangre. Parece que todo voló sobre mí.” En un punto la policía hizo retroceder a los socorristas por temor a una segunda bomba en la zona, pero se trató de una falsa alarma. Cerca de 40 ambulancias llegaron a la escena para llevarse a la docena de cuerpos a los hospitales. Los médicos dijeron que al menos una persona estaba en condiciones críticas y cerca de una docena fue herida de gravedad. El ómnibus fue destruido y todavía estaba en llamas. Algunos autos fueron dañados en el ataque.
La dimensión del estallido hizo evidente, inmediatamente, que no se trataba de un atentado suicida común y corriente. El área ha sido blanco de varios ataques realizados por hombres a bordo de los ómnibus que llevaban explosivos pegados a sus cuerpos, pero son raros los coches bomba con grandes cantidades de explosivos. El ataque de ayer podría marcar un cambio de tácticas de Jihad Islámica, luego de que fueran impedidos dos intentos ataques suicidas. La policía cree que un ataque similar estuvo planeado diez días atrás, cuando se detuvo un camión pequeño con una gran cantidad de explosivos.
Sharon no respondió de inmediato públicamente, pero su ministro de Transporte, Ephraim Sneh, atacó a los gobiernos árabes, a los que acusó de proveer de dinero y refugio a los que organizan los atentados.
“La Jihad Islámica cuenta con el apoyo de dos regímenes: Irán y Siria”. Agregó que “esos terroristas no necesitan un pretexto para llevar adelante sus ataques mortíferos, se trata de odio y fanatismo”. El líder palestino Yasser Arafat fue rápido en condenar el ataque al afirmar que “rechazamos completamente ese tipo de atentados contra civiles”.
De The Guardian de Gran Bretaña, especial para Página/12.
Traducción: Mercedes López San Miguel.
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