Desde Madrid

Luis “El Cabrón”, “LB”, o simplemente “LBárcenas”, el nombre con el que aparece citado el tesorero del Partido Popular español Luis Bárcenas en los documentos de la trama del llamado caso Gürtel, renunció ayer a su cargo acosado por la investigación judicial que lleva a cabo el Tribunal Supremo, en la que se encuentra imputado por los delitos de cohecho y fraude fiscal. El PP se apresuró a aclarar que se trata de una dimisión transitoria y que el hombre que manejó las finanzas de la principal formación conservadora en la última década podrá volver a ocupar su cargo una vez quede demostrada su inocencia. La renuncia se produce cuando faltan apenas unos días para que comiencen las vacaciones veraniegas de agosto, con lo cual quedó clara la intención del partido opositor de mitigar de este modo los costos políticos de la caída del tesorero, que hasta hace apenas unos días hasta el mismo Mariano Rajoy defendía.

En el comunicado dado a conocer ayer por la tarde por la formación conservadora, se aclara que Bárcenas no renuncia a su banca de senador por Cantabria y que no será sustituido por otra persona, y que la principal motivación de su renuncia es la “lealtad al partido y a Mariano Rajoy”. La decisión ha tomado por sorpresa incluso a la plana mayor del PP, que esperaba que el Tribunal Supremo avanzara más en la causa para que se hiciera público su retiro, pero Bárcenas prefirió adelantarse para no tensar más la cuerda en torno de su figura, cuya defensa cada día le estaba costando más al PP. La noticia se conoce además un día después de que el Instituto Nacional de Estadísticas diera a conocer una encuesta oficial elaborada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en la que por primera vez el PP adelanta en intención de voto a los socialistas en una hipotética elección general. Según este sondeo, que goza de una gran credibilidad en España, los populares obtendrían ahora el 40,2 por ciento, mientras que los socialistas bajan por primera vez desde 2004 al 39 por ciento. El primer ministro José Luis Rodríguez Zapatero recibe la peor valoración de los ciudadanos desde que asumió su primer mandato como presidente del gobierno, hace cinco años.

La sorpresa de la dimisión de Bárcenas fue tan grande que la propia secretaria general del partido, Dolores de Cospedal, se encontraba dando una conferencia en la que defendía la inocencia del imputado mientras se producía la reunión en la que se decidió dar a conocer la noticia a la prensa. Luis “El Cabrón” manejaba hasta ayer un presupuesto formidable de 80 millones de euros al año que muchos de sus propios correligionarios no han dudado en tachar de auténtica caja negra incontrolable, a pesar de que hace una década que el partido tiene constancia de la posibilidad de que se produzcan irregularidades por el escaso contralor que se lleva sobre sus propias finanzas.

Aun así, el máximo líder del PP, Mariano Rajoy, salió a defender a capa y espada a su escudero, con lo que contribuyó a generar una sensación molesta entre sus propios partidarios, ya que comenzó a instalarse la idea de que Bárcenas podría estar chantajeando a Rajoy. Esta idea se hizo carne sobre todo después de que el tesorero advirtiera hace un par de semanas, en unas crípticas declaraciones, que el partido debería defenderlo más de lo que defiende al otro gran imputado en el caso Gürtel, el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, dando a entender que guardaba documentación comprometedora y que estaba dispuesto a airearla si no se rompían lanzas en su defensa.

“En el partido me tratan mucho peor que a Camps, y debería ser al revés, porque yo manejo una información delicada que Camps nunca tendrá y he cubierto las espaldas a mucha gente en estos años. Encima, yo ni siquiera estoy imputado, él sí”, le confió Bárcenas a un estrecho círculo de allegados según hizo público el diario El País hace dos semanas, afirmando que el tesorero se habría llevado papeles comprometedores a casa y que ahora los estaría utilizando para cubrirse las espaldas.

En el Partido Popular es ya muy conocida la costumbre de Rajoy de actuar con lentitud y a muchos les preocupaba que su condescendencia con Bárcenas acabara por hacer que se esfumaran esos puntos de ventajas que anticipan las encuestas, a pesar de que aún faltan casi tres años, en teoría, para que se produzcan las próximas elecciones presidenciales, en 2012. La plana mayor del partido está convencida de que el desgaste que sufre Rodríguez Zapatero, acosado por la crisis económica, es muy alto y que la estrategia del PP debe apuntar a lograr un anticipo de los comicios. Ayer Rajoy dio muestras de entender el mensaje y Luis “El Cabrón” dejó su cargo, aunque más no sea transitoriamente.