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La reincorporación de Honduras a la Organización de Estados Americanos (OEA) se coló entre los debates de la Asamblea General de la entidad, que se encuentra reunida en Lima. Según trascendió, se crearía un grupo de alto nivel que evaluaría las condiciones para que reingrese ese país.

A última hora de ayer, fuentes diplomáticas dijeron que se había acordado crear un comité que evaluará la situación en Tegucigalpa. Será el secretario general de la OEA quien tendría la función de designar la comisión. Mientras tanto, Honduras sigue dividiendo aguas dentro de los países americanos, como lo demostraron las intervenciones de ayer. Está muy lejos de conseguirse el acuerdo para reingresar al país que el año pasado sufrió en junio un golpe de Estado que sacó del poder al presidente constitucional Manuel Zelaya. Cuando el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, abogó por el pronto reintegro de Honduras, alegó que todos los miembros estaban de acuerdo en eso, aunque hay quienes quieren que sea sin mayor demora y quienes creen necesario exigir condiciones adicionales.

Las declaraciones de Insulza generaron la reacción del presidente derrocado. Desde Santo Domingo, Zelaya le pidió ser consecuente con el ejemplo que dio al condenar el golpe y le instó a no olvidar la tragedia que vive todavía Honduras. En una carta abierta, Mel dijo que las condiciones para la reincorporación a la OEA no están dadas. “No se ha restaurado la democracia en Honduras”, sostuvo, al tiempo que afirmó que no se puede pedir a las víctimas que olviden lo sucedido y dejen de reclamar justicia.

Tampoco faltaron los dichos del actual mandatario Porfirio Lobo, ganador de las elecciones de noviembre de 2009, pero que no es reconocido por gran parte de los integrantes de la OEA, entre ellos los países que conforman la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur). Lobo solicitó ayer en Miami a los cancilleres reunidos en Lima que sean justos con el pueblo hondureño y le den luz verde a la reincorporación de su país. Ante más de 200 inversores, dijo que Honduras está trabajando arduamente para recuperar la confianza tras la crisis política surgida a mediados del año pasado. “Mi gobierno tiene un alto espíritu democrático, de respeto a las instituciones y a las leyes”, enumeró Lobo, tratando de dar la imagen democrática que parte de los países americanos le reclaman.

La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, propuso ante la Asamblea mirar hacia adelante y darle la bienvenida a Tegucigalpa. En contraposición, el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, manifestó que mientras se sigan cometiendo violaciones de derechos humanos, Zelaya no sea reconocido, no se deberá levantar la sanción contra Honduras.