El depuesto gobernador del departamento boliviano de Tarija, Mario Cossío, prófugo de la Justicia boliviana, fue declarado “huésped ilustre” por Carlos Amarilla, gobernador del departamento Central de Paraguay, donde le ofrecieron asilo político cuando fue removido de su cargo por estar acusado de actos de corrupción. Amarilla lo reconoció como gobernador legítimo de Tarija y sostuvo que en Bolivia es una víctima de persecución política. El gobernador de Central es un influyente dirigente del Partido Liberal, miembro de peso de la coalición que sostiene al presidente Fernando Lugo. “Muchas veces las dictaduras empezaron con escaramuzas, forcejeos, tanteos y el silencio cómplice de los gobiernos antes de apuntalarse, para desgracia de nuestros países”, remarcó Amarilla. El vocero de la presidencia de Bolivia, Iván Canelas, rechazó tanto las declaraciones de Amarilla como las realizadas por el vicepresidente de Paraguay, Federico Franco, el domingo, en las que defendió a Cossío y calificó al país del Altiplano de no proveer de justicia a sus ciudadanos.