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Desde Nueva York

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aumentó la presión sobre Israel para que avance en el proceso de paz con los palestinos. Ayer advirtió a sus autoridades que el país se enfrentará a un cada vez mayor aislamiento internacional y a una cada vez más grande amenaza contra su seguridad si no avanza en la búsqueda de una solución al conflicto.

Ante el grupo lobbista más importante de Estados Unidos, el Comité de Asuntos Públicos Israelí de Estados Unidos (Aipac), Obama aseguró que la paz en Medio Oriente será de vital interés durante el encuentro que mantendrá esta semana con los líderes de Europa y que la paciencia internacional con Israel se está acabando. Advirtió también que los países europeos estaban siendo seducidos por la postura que adoptaron varios países en Latinoamérica y Asia, que comprenden la intención de la Autoridad Palestina de estrechar vínculos con Naciones Unidas. “El avance del aislamiento internacional de Israel –y el impulso de Palestina a abandonar las negociaciones– continuará su curso siempre y cuando persista la ausencia de un proceso de paz creíble y alternativo al que se estuvo sosteniendo hasta el momento”, remarcó Obama.

Funcionarios de la Casa Blanca temían sobre el nivel de aridez de la bienvenida que los integrantes de Aipac podrían llegar a brindarle a Obama. Sin embargo, el mandatario fue afectuosamente recibido y varias veces ovacionado cuando aseguró que los lazos de amistad continuarán siendo fuertes entre Estados Unidos e Israel y que el apoyo de Washington a Tel Aviv en cuestiones de seguridad no será negociable.

Algunas voces que presenciaron el discurso aseguraron escuchar abucheos cuando el mandatario estadounidense reiteró su apoyo a la creación de un Estado Palestino. Pero, pese a todo, el estado de ánimo general era conciliador. El mandatario argumentó ayer que los levantamientos que conforman la Primavera Arabe significaban que Israel podría no contar más con las alianzas que hasta el momento sostiene con el puñado de dictadores árabes y que le sirven de escudo protector. Entonces, debía cerrar un acuerdo pacífico que sirviera para neutralizar el sentimiento anti-israelí generalizado en toda la región.

* De The Independent, de Gran Bretaña. Especial para Página/12.