La crucial reunión de ayer de los líderes políticos griegos sobre las medidas de austeridad que exige la Unión Europea y el FMI a cambio de más ayuda financiera terminó sin resultados y quedó aplazada hasta hoy. El premier griego, Lucas Papademos, y los principales dirigentes de la oposición no se pusieron de acuerdo. Los tres partidos de la coalición de unidad nacional tendrán que contestar si aceptan o no las pautas exigidas por la llamada “troika” –Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional, y la Comisión Europea–. Exigen la reducción drástica de los salarios en el sector privado, de los complementos de pensiones y otras medidas para achicar el gasto.