Martes, 13 de noviembre de 2012 | Hoy
EL MUNDO › EL SUPREMO TRIBUNAL DE BRASIL ANUNCIó LA CONDENA DEL EX MINISTRO DE LULA
El juez Joaquim Barbosa sostuvo que Dirceu jugó un papel sobresaliente en la formación del esquema de pago de sobornos a legisladores.
El ex jefe de gabinete brasileño José Dirceu fue condenado ayer por el Supremo Tribunal Federal (STF) a casi once años de prisión por los delitos de corrupción activa y asociación ilícita. La sentencia forma parte del megajuicio que se puso en marcha para investigar un esquema de sobornos a legisladores aliados durante el primer gobierno de Lula da Silva, conocido como “mensalao” (mensualidades). Los ministros impusieron a Dirceu, calificado por la Fiscalía como el cabecilla de la red de desvío de dinero, una pena de siete años y once meses de cárcel por corrupción activa más dos años y once meses por asociación ilícita.
Al fundamentar su voto, el juez instructor del proceso, Joaquim Barbosa, sostuvo que Dirceu jugó un papel sobresaliente en la formación del esquema de pago de sobornos a legisladores a cambio de su apoyo a las propuestas elevadas al Congreso por el gobierno del Partido de los Trabajadores (PT). Según Barbosa, la posición de poder que tenía Dirceu en el gobierno fue fundamental para otorgar apoyo político a los que participaban.
A partir de este fallo, Dirceu deberá cumplir prisión efectiva por sobrepasar su condena los ocho años de cárcel, aunque la pena puede ser modificada levemente hasta que termine el proceso. En la sesión de ayer del llamado “juicio del siglo”, los magistrados determinaron también la pena de seis años y once meses de arresto al ex presidente del PT Jose Genoino.
En las últimas semanas, el alto tribunal condenó a 25 personas, entre políticos, empresarios y banqueros, entre ellos el publicista Marcos Valerio, considerado el operador del esquema ilegal, quien recibió una pena de más de 40 años de cárcel.
José Dirceu, uno de los grandes estrategas de la llegada del PT al poder en Brasil, deberá volver a la cárcel, donde estuvo por última vez en la década del ’70, cuando inició su militancia política como líder estudiantil de oposición al régimen militar que tomó el poder en Brasil en 1964 y se mantuvo hasta 1985.
Según la Corte Suprema, el esquema ilegal operó entre 2003 y mediados de 2005, y en ese período movió alrededor de 76 millones de dólares. En 2005, cuando estalló el llamado escándalo del “mensalao” –por los pagos mensuales a legisladores de partidos aliados–, Dirceu se desempeñaba como jefe del Gabinete Civil de la Presidencia y estaba considerado el “hombre fuerte” o la “eminencia gris” del gobierno de Lula.
A raíz de las denuncias, el político debió renunciar al cargo y luego fue despojado de su mandato de diputado federal por sus pares en la Cámara baja, que además lo inhabilitaron para el ejercicio de cargos públicos hasta 2015. Dirceu siempre rechazó con vehemencia las acusaciones en su contra. Cuando se enteró del veredicto desfavorable, en octubre pasado, acusó a la Corte Suprema. “Teorías y decisiones que se doblegan a la sed de condenas, sin asegurar la presunción de inocencia o el análisis más riguroso de las pruebas producidas por la defensa, violan el estado democrático de derecho”, dijo Dirceu.
El ex super ministro de Lula había sido arrestado, por primera vez, en 1968, cuando participaba en un congreso de la Unión Nacional de Estudiante (UNE). En ese entonces, permaneció alrededor de un año en la cárcel, hasta que fue liberado en septiembre de 1969, junto a otros 14 presos políticos, a cambio de la liberación del entonces embajador estadounidense Charles Burke Elbrick, secuestrado por guerrilleros de izquierda.
Desterrado, viajó inicialmente a México y luego se exilió en Cuba, pero regresó clandestinamente a Brasil en 1971, con el rostro cambiado por una cirugía plástica.
Con la sanción de la Ley de Amnistía, en 1979, regresó a Cuba para deshacer los cambios en su rostro, volvió a Brasil y reanudó su vida política. Además participó en la creación del PT, partido que presidió en varias ocasiones, y en 1992 obtuvo el primero de tres mandatos como diputado federal.
Dirceu se convirtió rápidamente en uno de los principales líderes del PT y fue el gran artífice del giro hacia el centro que viabilizó la victoria de Lula da Silva en los comicios presidenciales de 2002, después de tres derrotas consecutivas, en las elecciones de 1989, 1994 y 1998.
Por el destacado papel que cumplió durante la campaña, fue designado por Lula jefe del Gabinete Civil de la Presidencia, con amplios poderes para negociar alianzas con otros partidos políticos y asegurarle al gobierno una cómoda mayoría en el Congreso.
En 2005, sin embargo, un entonces aliado del gobierno, el diputado Roberto Jefferson, del Partido Laborista Brasileño (PTB), denunció que el respaldo al gobierno de Lula resultaba del dinero proveniente de sobornos mensuales que serían pagados por el PT a las agrupaciones aliadas en un esquema supuestamente comandado por Dirceu. La denuncia de Jefferson interrumpió bruscamente la victoriosa trayectoria política de Dirceu, pero, pese a la condena, el político sigue siendo hoy una de las figuras más influyentes del PT.
El máximo tribunal también sentenció a Jose Genoino (66 años) y Delubio Soares (57 años) ex presidente y ex tesorero del PT, respectivamente, por su participación en el esquema de corrupción. Genoino, ex guerrillero y ex diputado, recibió una pena de 6 años y 11 meses de prisión y su copartidario, una de 8 años y 11 meses. Genoino y Soares también deberán pagar multas por unos 234.000 y 162.000 dólares, respectivamente. Con las condenas contra Dirceu, Genoino y Soares, ya son siete los sentenciados del grupo de 25 políticos y empresarios hallados culpables.
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