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El fundador de la web Wikileaks, Julian Assange (foto), aseguró ayer que permanecerá refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres inclusive si son retiradas las acusaciones en su contra en Suecia por delitos sexuales. Su decisión se apoya en que el gobierno norteamericano, según él, ya tiene preparado un pedido de arresto en su contra. En el día en que se cumple un año de su encierro en la sede diplomática, el australiano señaló que Estados Unidos está maniobrando para pedir su extradición al Reino Unido. Assange se refugió en la embajada porque aseguraba que podía ser enviado de Suecia a territorio estadounidense por las revelaciones de informes diplomáticos y de inteligencia que hizo en su día Wikileaks. Assange afirma que las acusaciones en su contra en Suecia son falsas y políticamente motivadas.

“La opinión de mi abogado estadounidense es que ya existe una acusación sellada, lo que significa que podría ser arrestado a menos que el gobierno británico dé garantías de que tendré un salvoconducto a Ecuador. Sabemos que hay una investigación en marcha en Estados Unidos y sabemos que soy el objetivo de un Gran Jurado. Hay un 99,97 por ciento de posibilidades de que yo sea acusado –afirmó el australiano–. Así que aunque el gobierno sueco retire su petición mañana, no puedo dejar la embajada.” Además, Assange instó al presidente estadounidense a que deje de lado las investigaciones contra Wikileaks. “El presidente Obama debería hacer lo correcto”, manifestó, y consideró que podría sentar un precedente que podría poner fin al periodismo de investigación en Estados Unidos. Con la acusación contra el soldado Bradley Manning, sospechado de haber entregado información confidencial de los servicios secretos estadounidenses a Wikileaks, el gobierno en Washington quiere criminalizar la entrega de documentos a periodistas, sentenció Assange.

El australiano admitió, a su vez, que Wikileaks participó en los esfuerzos por lograr que el ex agente Edward Snowden, que reveló la existencia de un programa de vigilancia de las comunicaciones telefónicas y en Internet en Estados Unidos, reciba asilo político en Islandia. Ecuador le dio asilo político a Assange en agosto, pero el Reino Unido amenaza con arrestarlo si abandona el edificio. Esta semana fracasó un nuevo intento por resolver el problema mediante un encuentro entre el ministro de Relaciones Exteriores ecuatoriano, Ricardo Patiño, y su homólogo británico, William Hague. Ambos acordaron crear una comisión de trabajo que se encargue de destrabar el conflicto.

Assange señaló que trabaja 17 horas al día y negó informaciones de que haya tenido problemas de salud en los últimos meses. La falta de luz del sol no es buena, pero se cuida y hace ejercicio, aseguró. Además, se presentó para obtener un puesto en el Parlamento australiano en las elecciones de septiembre. Muy poco se conoce de la vida de Assange en la embajada ecuatoriana, ubicada en el elegante barrio de Knightsbrigde de Londres, cercano a los exclusivos almacenes Harrods. La delegación acondicionó una de sus oficinas como dormitorio, instaló una ducha, una lámpara solar y una cinta para correr.