En medio de acusaciones cruzadas entre gobierno y oposición y de decisiones que tomó el presidente Nicolás Maduro con Estados Unidos, el opositor partido Voluntad Popular reafirmó ayer que su líder, Leopoldo López, encabezará hoy una marcha no autorizada en Caracas. López está prófugo de la Justicia, acusado de ser el instigador de los recientes hechos de violencia en Venezuela. Desde el oficialismo exhortaron a los simpatizantes a concentrarse en las plazas céntricas y puntos “estratégicos” ante la amenaza “fascista”.

La marcha opositora fue convocada por un video que difundió López en la noche del domingo en las redes sociales, en el que afirmó que asistirá a la cabeza de la manifestación. También la noche del domingo, Maduro dijo al alcalde de Caracas y dirigente oficialista, Jorge Rodríguez, que no debe permitir la entrada del “fascismo a Caracas”. Ayer Rodríguez confirmó que la marcha convocada por el dirigente opositor para ir a la sede del Ministerio del Interior no está autorizada. “No nos han solicitado absolutamente ningún permiso, por tanto no hay ninguna manifestación autorizada para el día de mañana (por hoy)”, señaló el alcalde en un acto político.

Sin embargo, el portavoz de Voluntad Popular, Carlos Vecchio, afirmó que López encabezará la manifestación que planea llegar hasta dicho ministerio, en el centro de la ciudad. Vecchio destacó que se trata de una movilización pacífica para exigir una investigación de los hechos ocurridos el miércoles, cuando una protesta opositora degeneró en actos de violencia, que dejó tres muertos, 66 heridos y más de 100 detenidos. “Mantenemos nuestra actividad. Repetimos: no queremos confrontación, nuestra lucha es pacífica; nuestro terreno, la calle; nuestra estrategia, la no violencia. Los violentos no están de nuestro lado”, señaló en una rueda de prensa.

Agregó que los funcionarios del gobierno se refieren a López como un “prófugo”, cuando él se encuentra en el país y “jamás se irá porque no tiene nada que ocultar”. “Existen fotos y videos que demuestran quiénes dispararon, quiénes tenían las armas; se ve claramente que Leopoldo López no es el responsable, no es él quien debe ir preso. El control de las armas las tiene el gobierno”, sostuvo.

López, ex alcalde del municipio de Chacao (entre 2000 y 2008), participó activamente en las movilizaciones opositoras que desembocaron en el efímero golpe contra Hugo Chávez, en 2002. Ahora, está en la mira de la Justicia por supuestamente haber instigado los hechos del miércoles, después de que grupos de alborotadores atacaron la sede de la Fiscalía General, adonde acudieron cientos de estudiantes para exigir la liberación de varios compañeros detenidos en recientes movilizaciones. El dirigente fue imputado de varios cargos por un tribunal, incluyendo asociación para el delito, homicidio y terrorismo. Maduro lo instó a entregarse a la Justicia, pero “sin show”.

El ministro de Relaciones Exteriores, Elías Jaua, afirmó ayer que las acciones de violencia en Caracas están focalizadas en Chacao y que son perpetradas por militantes “entrenados” de Voluntad Popular. A su vez, el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) llamó a sus partidarios a concentrarse hoy en las plazas céntricas y puntos “estratégicos” ante la amenaza “fascista”. “Aquí hay una arremetida fascista de grupos violentos, grupos preparados. Esos grupos no pasan de 2000 fascistas, eso lo sabe todo el mundo en este país”, señaló el portavoz del PSUV, Aristóbulo Istúriz. Asimismo, exhortó a los grupos violentos a asumir su responsabilidad en los actos que están promoviendo.

“Llamamos a nuestros partidarios a movilizarse en todas las plazas y centro de concentración del chavismo bolivariano, socialista y antiimperialista, y en puntos estratégicos”, agregó.

A todo esto, el líder opositor, Henrique Capriles, que se ha mostrado poco en público desde que se desencadenó la violencia, llamó al gobierno a abrir un “camino verdadero hacia la paz, que deseamos millones de venezolanos” en una carta abierta publicada ayer en varios diarios del país. Capriles, quien se desmarcó días atrás de los llamamientos a marchar de dirigentes opositores como López y María Corina Machado, pidió respeto a la Constitución y reclamó poner la democracia por encima de cualquier interés personal. “No es hora de abandonar la lucha, pero tampoco de echar por un barranco los logros que hemos alcanzado”, indicó el ex candidato presidencial, subrayando su acompañamiento sin violencia a la protesta.