EL MUNDO › EVACUARON LA EMBAJADA EN CUBA
No fueron a México
Por Juan Jesús Aznárez
Desde México
La policía cubana desalojó ayer de la embajada mexicana en La Habana a las 21 personas que la asaltaron la noche del miércoles a bordo de un autobús después de haber interpretado que unas declaraciones del canciller, Jorge Castañeda, en Miami, constituían una invitación a salir de la isla con la ayuda de México. El gobierno mexicano autorizó la operación después de intentar que abandonaran voluntariamente la sede diplomática. “A las 4.30 (hora local del viernes) un destacamento de personal especializado y desarmado –señaló un comunicado oficial cubano-procedió a realizar el desalojo, que tuvo lugar de la forma planificada y conforme a la solicitud y los deseos del gobierno de México, sin que ocurriera el menor incidente”.
Paralelamente, la Cancillería mexicana difundía otro comunicado diciendo que “ninguno de los intrusos solicitó ampararse bajo la figura del asilo político o del asilo diplomático, ni proporcionó elementos que permitiesen fundamentar que se hallaban sujetos a alguna persecución por motivos políticos o que su vida corriera peligro”. México no presentará cargos y, “tomando en cuenta que fueron inducidos y manipulados, pedirá a las autoridades cubanas se tomaran en cuenta razones humanitarias en el tratamiento de los casos”. Unas declaraciones de Castañeda en Miami, reproducidas anteayer en la isla por Radio Martí, financiada por el gobierno norteamericano, atrajo hacia la embajada a quienes tomaron en su literalidad el peligroso término “puertas abiertas”. Le preguntaron al ministro si las puertas de la Embajada de México en Cuba estarían abiertas a los disidentes. “Muchos de ellos han visitado México en el pasado, lo harán, sin duda, en el futuro, y, bueno, estarían abiertas –respondió Jorge Castañeda– como para cualquier ciudadano cubano o latinoamericano que tenga interés en visitar México o tener contacto con la representación de México en Cuba, o en cualquier otro país en América latina.” Pero un comunicado posterior desmintió que esto fuera una invitación a emigrar.
De El País de Madrid, especial para Página/12.