Representantes del gobierno y la oposición de Venezuela resolvieron formar varios grupos de trabajo. También coincidieron en repudiar el golpe de Estado contra el entonces presidente Hugo Chávez en 2002 y en desear enfáticamente que “nunca más” ocurra algo semejante en el país. El vicepresidente, Jorge Arreaza, resaltó que el proceso de diálogo entre el gobierno y la oposición tiene como meta “hacer todos los esfuerzos y evitar que se repitan los hechos de abril de 2002, para que nunca más haya un golpe de Estado y que no se vuelva a utilizar el cuerpo policial para agredir al pueblo”. En la sede de la vicepresidencia, y a puertas cerradas, las partes cumplieron la tercera sesión del diálogo que instalaron hace 14 días con el objeto de superar la crisis política generada por las protestas iniciadas el 6 de febrero, que dejaron 41 muertos, cientos de heridos y miles de detenidos.

El gobierno y la oposición acordaron crear un grupo de trabajo para avanzar en el perfil que tendrá la Comisión de la Verdad que investigará los hechos de los últimos 80 días y que el gobierno ya aceptó que no esté integrada únicamente por legisladores, sino que incluya también a personalidades reconocidas. “Nosotros designamos para ese grupo a los diputados Delsa Solórzano y Roberto Enríquez y estamos esperando que el gobierno designe los suyos”, afirmó el secretario ejecutivo de la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), Ramón Aveledo.

También, según Aveledo, se convino formar un grupo de trabajo para analizar “la cuestión de los que están presos, procesados e impedidos de vivir en el país”, como alternativa a la ley de amnistía solicitada por la MUD y rechazada por el gobierno y en la que los opositores van a “seguir insistiendo”. Asimismo, se acordó crear un grupo de trabajo “sobre temas de descentralización en alcaldías y gobernaciones, lo que nosotros consideramos gobiernos paralelos, que son una fuente de conflicto que hay que superar”, agregó el jefe formal de la MUD.

Por otra parte, los dirigentes coincidieron en acelerar la designación de la junta médica que examinará al ex comisario Iván Simonovis, preso por los hechos de 2002 y gravemente enfermo, por lo que la oposición pidió un indulto humanitario que el gobierno denegó hasta ahora. Las partes recibieron y escucharon a un grupo de representantes de la Asociación de Víctimas del 11 de Abril, cuyo vocero, Edgar Márquez, dijo que le parecía “ofensivo y grosero” que se pidiera una amnistía para los presos por los episodios de 2002, reportó el canal Globovisión.

“Los escuchamos con mucho respeto y les dijimos que el sentido de nuestra lucha y de estos diálogos es que eso no se repita jamás, que nunca más venezolanos, no importa su opinión política, tengan ese sufrimiento”, afirmó Aveledo. El vicepresidente, que ofreció la palabra a las víctimas del golpe para que expresaran su postura contraria a la ley de amnistía, indicó que se va a “persistir” en el camino del diálogo “en procura no de pactos, sino de acuerdos y agendas de trabajo compartidas en el país, y del diálogo para procurar la justicia sin impunidad”.

Como en las dos ocasiones anteriores, asistieron a la reunión, como “testigos de buena fe”, el nuncio apostólico en Caracas, monseñor Aldo Giordano, y los cancilleres de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo, y de Colombia, María Angela Holguín. Faltó esta vez el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, quien acompaña al presidente Rafael Correa en su viaje por España e Italia.

Por el gobierno participaron, además de Arreaza, los ministros de Comunicación e Información, Delcy Rodríguez, y de Transformación de Caracas, Ernesto Villegas, y el alcalde del municipio caraqueño Libertador, Jorge Rodríguez. Por la MUD lo hicieron, además de Aveledo, Solórzano y Zambrano, los dirigentes Miguel Pizarro, Francisco García y Juan José Molina. También estuvieron presentes Vladimir Villegas, Leopoldo Puchi y Pedro Pablo Fernández, miembros de la Comisión Política de la Conferencia Nacional por la Paz.

El diálogo había entrado en un paréntesis para dar paso a los anuncios económicos formalizados anoche por el presidente Nicolás Maduro ante decenas de empresarios privados, en el marco del capítulo económico de la Conferencia Nacional por la Paz que el mandatario instaló a fines de febrero pasado. Entre esas resoluciones tendientes a combatir el desabastecimiento que sufre el país y alentar la producción nacional de bienes, se incorpora al sector automotor –incluidos repuestos, accesorios y neumáticos– al Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad I), consistente en la licitación periódica de moneda extranjera, cuya cotización actual es de alrededor de 11 bolívares por dólar. El mandatario había asegurado que el gobierno liquidará hasta el 30 por ciento de las divisas “pendientes” a sectores prioritarios, a través de un mecanismo de financiamiento.