El mismo día en que la tensión militar continuó creciendo con nuevos bombardeos israelíes y lanzamiento de cohetes palestinos, la policía en Jerusalén detuvo a seis israelíes sospechados de haber quemado vivo a un joven palestino. Las autoridades anunciaron que atraparon a varios sospechosos, pero fuentes oficiales informaron a los principales medios locales que los detenidos son nacionalistas radicales, según los diarios Haaretz e Ynet. El cuerpo carbonizado de Mohamed Abu Jadair, joven palestino-estadounidense de 16 años, fue encontrado el miércoles en un bosque de Jerusalén, dos días después de que el ejército israelí hallara en Cisjordania, territorio palestino vecino, los cuerpos de tres jóvenes israelíes. Uno de los seis israelíes arrestados confesó su participación en el crimen e inculpó al resto de los acusados, informó Ynet.

De acuerdo con fuentes policiales y de inteligencia citadas por el periódico, los sospechosos son hombres jóvenes, algunos de ellos menores de edad, procedentes de Beit Shemesh, ciudad israelí próxima a Jerusalén, y de la colonia judía de Adam, ubicada en la Cisjordania ocupada. Fuentes policiales apuntan a que el crimen habría sido cometido en venganza por el asesinato de los tres jóvenes israelíes fusilados el lunes cerca de la ciudad palestina de Hebrón, tras 19 días de permanecer desaparecidos. Según datos revelados durante la investigación, los detenidos también están relacionados con el intento de secuestro del niño de 9 años Musa Zalum, en el barrio árabe de Beit Hanina, en Jerusalén, en la jornada previa a la desaparición y asesinato de Mohamad Abu Jadair.

Un tribunal israelí dictó prisión preventiva durante ocho días para cinco de los seis detenidos, a pesar de que la policía pidió un plazo de dos semanas; para el sexto detenido decretó cinco días de cárcel. Los seis apresados son sospechosos de integrar un grupo terrorista, pertenecer a un movimiento ilegal, asesinato, conspiración criminal, posesión de armas y munición y de cometer un delito por motivaciones raciales. La investigación también reveló que el asesinato de Abu Jadair fue con premeditación y alevosía.

La principal evidencia que los señala como autores del crimen es el vehículo que usaron para el secuestro, que la policía localizó y que había sido registrado por las cámaras de seguridad de la zona. El fiscal general palestino, Mohamad Abdel Ghani Uweili, reveló durante el fin de semana que los resultados preliminares de la autopsia indicaban que Jadair había sido golpeado en la cabeza y quemado vivo por sus asesinos. El sábado se conoció también que dos policías israelíes propinaron una paliza a Tareq Jadair, primo de Mohamad, y lo retuvieron durante algunas horas sin cargos, a pesar de la gravedad de sus heridas (ver aparte).

El asesinato de los tres estudiantes religiosos israelíes en el corazón de la ocupación militar israelí, que ya lleva casi medio siglo, provocó una ola de manifestaciones en todo Israel, algunas abiertamente racistas. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien la semana pasada había prometido que la organización islamista palestina Hamas pagaría por la muerte de los tres jóvenes, pidió ayer calma a sus ciudadanos. “La experiencia prueba que en momentos como éstos uno debe actuar con calma y de forma responsable, no apresuradamente y de forma histérica”, aseguró el premier al comenzar la reunión semanal con su gabinete, informó CNN.

Tras la reunión de gabinete, Netanyahu y algunos ministros condenaron nuevamente la muerte de Jadair y pidieron combatir al “terrorismo judío”. Sin embargo, el primer ministro israelí aseguró que no permitirá que los extremistas de cualquier signo desestabilicen la región y acusó al gobierno palestino de practicar una incitación continua para la destrucción de su país. “No hacemos distinciones entre terroristas y responderemos a todos ellos, independientemente de donde vengan, con mano firme. No permitiremos que extremistas, de dondequiera que vengan, prendan fuego la región y derramen más sangre”, afirmó ayer durante una visita a las familias de los tres jóvenes.

“Sabemos quién los secuestró y asesinó y los atraparemos”, sostuvo Netanyahu, para señalar que procedían de territorios controlados por la Autoridad Palestina (AP). Por lo tanto, agregó, “está obligada (por la AP) a hacer todo lo que esté en su mano para encontrarlos, como nosotros hemos hecho, como nuestras fuerzas de seguridad han localizado a los sospechosos de la muerte de Abu Jadair en cuestión de días”.

Por su parte, el presidente palestino, Mahmud Abbas, solicitó ayer al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, la formación de un comité internacional que se encargue de investigar los crímenes contra los palestinos. Abbas entregó una carta dirigida a Ban Ki-moon al enviado especial de la ONU para Medio Oriente, Robert Serry, en la que pide el seguimiento y la investigación de los crímenes y violaciones contra su pueblo, informó la agencia oficial Wafa.

En el encuentro con Serry, Abbas destacó el caso de Mohamed Abu Jadair. También se refirió al supuesto ataque de fuerzas de seguridad israelíes contra el primo del joven asesinado. “Todos hemos visto en los medios la cara de Tariq, deformada por las lesiones causadas por un grupo de colonos criminales que deben ser considerados organizaciones ilegales e ilegítimas”, indicó.