El secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, y la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, coincidieron en que ese organismo debe asumir las riendas del desarrollo y explotar las oportunidades de negocios que ofrece la región, a la vez que advirtieron que el organismo debe ser más “actuante” en lo social. El ex presidente colombiano, que gobernó desde 1994 a 1998, tuvo ayer su primer encuentro con Rousseff desde que en septiembre pasado asumiera el cargo en la Unasur, en el que habló de Venezuela, país que vivió horas difíciles a comienzo de año. “La situación de Venezuela requiere que haya no sólo un diálogo político sobre garantías para las elecciones y otras cuestiones institucionales, sino un diálogo para un gran pacto social”, diagnosticó el secretario general del bloque. Ese pacto, en su opinión, debe involucrar a todos los sectores políticos, a los movimientos sociales, los campesinos y a todos los trabajadores, y propiciar un conjunto de medidas para ajustar la economía, que se están necesitando, y también un mantenimiento del proyecto social.

Samper comentó a los periodistas que había discutido con Rousseff las tres agendas fundamentales que se plantea el organismo latinoamericano, que pasan por lo social, lo económico y lo político. En el aspecto económico indicó que la prioridad es la mejora de la competitividad, y aclaró que los países de la región no tienen que salir a buscar posibilidades de desarrollo en otras partes del mundo, pues las oportunidades están aquí. “Eso lo demuestran las posibilidades de crecimiento del comercio y de las inversiones mutuas, que se deben apuntalar a corto plazo con proyectos de infraestructura que involucren a más de dos países en áreas como ferrocarriles, hidrovías y rutas”, dijo el ex mandatario. Otro punto clave en los horizontes de la Unasur, según el secretario, es trabajar para acabar con la inequidad. El problema fundamental ya no es solamente la reducción de la pobreza, sino también la reducción de las desigualdades, señaló el funcionario, y afirmó además que Sudamérica es una región desigual y eso debe ser asumido en las más altas esferas políticas.

Según Samper, la tarea es encontrar fórmulas concretas para reducir esa desigualdad, que se manifiesta entre clases sociales diferentes, pero también entre las ciudades y el campo y hasta en asuntos de género. Sobre la agenda política, Samper admitió que hasta ahora ha sido tal vez la más importante para el organismo, y subrayó que Unasur va a seguir actuando y vigilante en todos los casos en que se pueda comprobar que hay una amenaza de ruptura del orden democrático. El ex presidente puntualizó que el organismo nació como una respuesta política para una región que trata de buscar un proceso de integración.

En ese marco recordó que la Unasur ha tenido unas actuaciones históricas en defensa de la democracia en conflictos ocurridos en Paraguay, Ecuador y Venezuela. Según Samper, la salida de este último debe ser un propósito de todas las naciones que integran la Unasur, que ya actuó en esa nación a principios de este año para propiciar un diálogo político que ayudó a poner fin a una ola de violentas protestas callejeras contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro. Samper también manifestó su firme convicción de que Maduro estaría dispuesto a liderar ese proceso de acercamiento sobre la base de que se respete la legitimidad del gobierno y se respete, por supuesto, su protagonismo institucional. El secretario general de la Unasur también afirmó que el organismo que encabeza mantiene abierta la puerta para ayudar a que haya en Venezuela conversaciones al más alto nivel entre el gobierno y la oposición. “El espacio sigue abierto para un diálogo mucho más amplio y que gire en torno de la búsqueda de un gran pacto social”, apuntó el funcionario.

Samper explicó que, durante su audiencia con Rousseff, también fueron tratados algunos aspectos de la próxima cumbre que la Unasur celebrará en Ecuador el 4 y 5 de diciembre. En ese sentido, apuntó que coincide con la mandataria brasileña en una idea muy clara: hay que pasar de la visión a la acción. Según Samper, se requieren acciones concretas a fin de que los sudamericanos sientan que la Unasur es un escenario para hacer cosas y no sólo para discutir cosas. La Unasur fue creada en 2008 con el propósito de impulsar la integración de sus miembros en materia de energía, educación, salud, ambiente, infraestructura, seguridad y democracia. Según fuentes del organismo, Samper partirá hoy desde Brasil rumbo a Paraguay, donde el jueves se reunirá con el presidente Horacio Cartes.