Sábado, 23 de mayo de 2015 | Hoy
EL MUNDO › TRAS EL BOMBARDEO, LAS FARC PUSIERON FIN AL CESE DEL FUEGO UNILATERAL
Pese a que las conversaciones de paz se mantienen en La Habana y que las partes aseguraron voluntad de continuar con las conversaciones, el ataque volvió a tensar el clima cuando se intentaba un desescalamiento de la violencia.
Un bombardeo militar contra las FARC dejó 26 guerrilleros muertos en Colombia, por lo que la organización decidió anunciar el fin de su cese al fuego unilateral en medio de las negociaciones de paz. Pese a que las conversaciones de paz se mantienen en La Habana y que las partes aseguraron voluntad de continuar con las conversaciones, el ataque volvió a tensar el clima cuando se intentaba un desescalamiento de la violencia.
El ataque fue planificado por la Dirección de Inteligencia de la Policía, que pudo determinar que en Guapí, departamento de Cauca, los insurgentes estaban moviendo un cargamento de coca que era custodiado por cerca de cien guerrilleros. Después de que los aviones y helicópteros descargaron las bombas sobre el campamento de insurgentes, las fuerzas armadas avanzaron sobre la zona asediada para dispersar a los sobrevivientes del Frente 29 de la organización guerrillera, una de las más comprometidas con el narcotráfico. En el operativo, las tropas incautaron una ametralladora, 15 fusiles, siete pistolas y un radio de comunicaciones.
El ataque contra los insurgentes provocó que la cancillería cubana, que actúa como mediadora en los diálogos de paz entre las FARC y el gobierno, decidiera suspender la reunión conjunta entre ambas delegaciones. En la misma, se esperaba que informaran sobre el inicio del proceso de desminado acordado en marzo. Sin embargo, ambas partes volverán a dialogar hoy, tal como estaba previsto.
Por su parte, el presidente colombiano se reunió por la mañana en la Casa de Nariño (residencia oficial del mandatario colombiano) con la cúpula militar, la cual le reportó los resultados del operativo. Minutos después, las FARC informaron la decisión de levantar la tregua unilateral, por lo que el jefe de Estado, tras conocer el pronunciamiento guerrillero respondió: “Estamos preparados para eso, pero insistiremos en buscar la paz”. El mandatario sabía que las FARC tratarían de tomar represalias. “A los diez minutos de mis palabras, la guerrilla salió a decir que suspendía el cese del fuego, que iniciaban ofensivas militares, como un acto de represalia”, precisó. Santos insistió en que el ataque fue una acción legítima del Estado en defensa de la ciudadanía. “Esta operación es el resultado de la acción clara y contundente contra el narcotráfico, la minería ilegal y contra la extorsión”, afirmó el mandatario. “Con esa misma firmeza seguimos combatiendo sin tregua ni cuartel todas las formas de criminalidad.”
En tanto, las fuerzas guerrilleras publicaron un comunicado en su página web. “No estaba en nuestra perspectiva la suspensión de la determinación del cese al fuego unilateral e indefinido proclamado el 20 de diciembre de 2014 como un gesto humanitario de desescalamiento del conflicto”, expresaron las FARC. “La incoherencia del gobierno de Santos logró que, luego de cinco meses de ofensivas terrestres y aéreas contra nuestras estructuras en todo el país, tomemos la decisión de levantar el cese unilateral del fuego.” El grupo insurgente anunció que, pese al ataque, mantendrán los diálogos en La Habana. “Contra nuestra voluntad, tenemos que proseguir el diálogo en medio de la confrontación. Aunque Santos anuncia que mantendrá la ofensiva, insistiremos en la necesidad de acordar cuanto antes, para la salud del proceso de paz y evitar nuevas víctimas.”
Guapí es uno de los principales bastiones de los rebeldes, donde hace poco más de un mes una emboscada guerrillera dejó 11 militares muertos. Las FARC calificaron esa emboscada de “defensiva”, y el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, autorizó entonces el reinicio de bombardeos contra la guerrilla, que habían sido suspendidos en marzo en señal de buena voluntad.
Pese al bombardeo, esta semana el gobierno realizó modificaciones en su gabinete y delegación de paz: se incluyó a la canciller María Angela Holguín y el empresario Gonzalo Restrepo López en el equipo negociador de Cuba. Otro cambio fue el nombramiento de Luis Carlos Villegas como ministro de Defensa, en el lugar que hasta entonces ocupaba Juan Carlos Pinzón, figura asociada a la guerra y a la política de seguridad impulsada por el ex presidente Alvaro Uribe para debilitar a las guerrillas en el país, decisión que fue considerada por analistas como un gesto para el avance de la paz, que volvió a tensarse tras el ataque del jueves por la noche.
Santos, promotor de las conversaciones que se desarrollan desde noviembre de 2012 en Cuba para poner fin a más de 50 años de conflicto armado, hizo un llamado a “acelerar las negociaciones”. Hasta ahora las partes alcanzaron acuerdos parciales en reforma rural, participación política y drogas ilícitas, pero faltan por consensuar el tema de las víctimas, el desarme y fin del conflicto, así como el mecanismo para refrendar un eventual pacto final.
El conflicto armado colombiano, en el que además de guerrillas han participado paramilitares, ha dejado al menos 220.000 muertos y más de seis millones de desplazados, según cifras oficiales.
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