El para mí desconocido portal Política Argentina tituló ayer una nota “Duro cruce entre Verbitsky y Scioli”. Afirma que durante la inauguración del Centro Cultural Néstor Kirchner, “el destacado periodista se acercó hasta el lugar donde estaba sentado Scioli para saludarlo, lo cual no le habría gustado al gobernador, quien respondió muy mal, levantando la voz. ‘Lo apuntaba con el dedo a la cara’, dijo otra fuente que participó de la inauguración del importante Centro Cultural. Esta reacción, que habría sorprendido a Verbitsky, generó que el periodista se alejara de la situación. Es conocido que el periodista de Página/12 tiene una visión muy crítica de la gestión del gobierno bonaerense, la cual suele expresar en sus editoriales de todos los domingos, que tienen una gran repercusión tanto en los sectores afines al kirchnerismo como incluso en algunos sectores de la oposición. No es habitual ver al gobernador, que suele hacer un culto de la moderación, reaccionando de forma airada y menos en público. Hubo sorpresas entre los rostros que presenciaron el encuentro entre ambos”.

Nada de eso ocurrió, ni cruce ni duro. Scioli se abrió paso entre las sillas para acercarse hasta donde yo estaba. Luego de un saludo cordial me contó que acababa de reunirse en el piso 19 de la sede porteña del Banco Provincia con un dirigente del movimiento en defensa de los derechos humanos, amenazado por sectores vinculados con la policía bonaerense. Yo le había narrado la inquietante situación en nuestro anterior encuentro, el martes de esta semana, mientras aguardábamos la llegada de la presidente CFK para el acto inaugural del Museo de Sitio en la ex ESMA. Scioli llamó a un colaborador y le pidió que en ese mismo momento agendara un encuentro con el dirigente amenazado. Lo recibió dos días después y, según me contó el jueves, le ofreció las mayores garantías para su seguridad. Acordamos además una próxima reunión con el CELS para entregarle nuestro Informe Anual sobre el estado de los Derechos Humanos en la Argentina que, sólo eso es cierto, contiene críticas a la policía y al Servicio Penitenciario bonaerenses.