A un día de las elecciones intermedias en México, la corriente disidente del sindicato de maestros atacó sedes de partidos políticos y acordó seguir adelante con las acciones de protesta en el sur del país. Los disturbios ocurrieron en los estados de Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán, donde los docentes atacaron las sedes partidarias y tomaron plantas de distribución de combustible con el fin de frenar la reforma que los obliga a ser evaluados para permanecer o ascender en el sistema educativo. La situación llevó a que el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) de México, Lorenzo Córdoba, admitiera ayer que puede que no lleguen a instalarse las 5042 mesas de votación en el estado de Oaxaca.

Los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) atacaron las sedes de varios partidos en Tuxtla Gutiérrez, capital del Estado de Chiapas, entre ellos del Partido Revolucionario Institucional (PRI); Partido Verde (PVEM); el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido de Acción Nacional (PAN). En algunos recintos, los maestros sacaron a la calle papelería, muebles y equipos de computación y los prendieron fuego. El jueves, en tanto, los docentes también ocuparon un centro de almacenamiento y distribución de Petróleos Mexicanos (Pemex) en ese mismo estado.

Por su parte, el gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega Martínez, aseguró que se colocaron filtros en diversos puntos del estado para que “quienes transiten sean revisados de manera minuciosa”, a fin de decomisar petardos, granadas de fragmentación caseras o bombas molotov a aquellos que pretendan llevar a cabo acciones violentas y boicotear los comicios, sobre todo el mismo 7 de junio. Mañana los votantes elegirán al gobernador, a los miembros del Congreso estatal y a los alcaldes.

En Oaxaca, por su parte, los maestros del CNTE rechazaron la respuesta del gobierno a sus peticiones, por lo que seguirán negociando. Sin embargo, mantendrán los bloqueos a los comicios más allá de que haya acuerdos. El sindicato docente, que el primero de junio inició una huelga indefinida que afecta a más de un millón de alumnos, advirtió que seguirá con el boicot a los comicios. Además, reclaman la aparición con vida de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, la gratuidad de la educación y aumentos salariales. También anunciaron ayer el bloqueo a la estación central de ómnibus de la capital de Oaxaca. El miércoles hicieron lo mismo con el aeropuerto internacional que debió suspender operaciones todo el día, y mantienen cercada la petrolera Pemex, lo que está causando problemas de desabastecimiento de combustible en el estado y de ausentismo laboral por falta de medios de transporte. El vicepresidente de la Organización de Expendedores de Petróleo de Oaxaca, Marco Bellasina, denunció que la toma de una planta de almacenamiento de combustible de la petrolera estatal afecta a unas 50 estaciones de servicio. “Ya llevamos cinco días con este problema, y la verdad que no vemos claro. Todos los días hablamos con gente de Pemex, del gobierno, a ver qué dicen”, dijo Bellasina.

En el Distrito Federal también se tomaron medidas preventivas ante una posible manifestación muy violenta de los profesores y en el estado de Michoacán, buena parte de las oficinas del INE están rodeadas y vigiladas por grupos de maestros y campesinos que amenazan con impedir el reparto de boletas.

El presidente del INE reconoció que si el gobierno de Guerrero no puede garantizar las condiciones de seguridad necesarias, los comicios no serán llevados a cabo en Oaxaca. “Estamos hablando de 148.907 casillas (mesas) que tenemos planeadas instalar (en todo México) y las de Oaxaca son 5042 que eventualmente, de no generarse las condiciones, probablemente no se instalen”, expresó. Córdoba reconoció que los maestros ocuparon las once sedes de los distritos federales electorales y, ante la posibilidad de que pueda anularse la votación, señaló que “la solución siempre será hacer las elecciones nuevamente”.

Sin embargo, Córdoba rechazó que este tipo de situaciones pueda verse como un fraude, porque en las elecciones en México se “tienen mecanismos que las blindan y que hacen casi imposible que haya una manipulación de los votos”. El titular del INE también lamentó que durante la actual campaña electoral ocho candidatos a cargos federales hayan sido asesinados. Sin embargo, dijo que “sin menospreciar los hechos, no se observa un patrón sistemático de agresión a los comicios”.

No obstante, también se produjeron homicidios de aspirantes a otros cargos y dirigentes políticos, con un saldo de alrededor de 20 muertos, y del abandono por amenazas de otros, en general como consecuencia del accionar y amenazas de bandas ligadas al narcotráfico.

Las elecciones del domingo próximo serán supervisadas por 1148 observadores extranjeros, entre quienes destacan, una nutrida delegación de la Organización de Estados Americanos (OEA), encabezada por la ex presidenta de Costa Rica Laura Chinchilla. Esta delegación, que controlará las elecciones por primera vez en México, visitará 16 de los 32 estados del país y el Distrito Federal. La líder de la plantilla de la OEA afirmó que las condiciones actuales en México no empañarán las elecciones. “Van a acontecer con la mayor normalidad. Es cierto, hay lugares donde todavía no se han podido solucionar conflictos, pero todavía hay tiempo para que se entre en razón y se puedan disponer de las condiciones que las autoridades electorales requieren para que eso así suceda”, precisó.