El líder opositor preso Leopoldo López levantó ayer la huelga de hambre que mantenía desde hacía un mes, luego de que la autoridad electoral de Venezuela convocara a comicios parlamentarios para el 6 de diciembre. Mientras tanto, la fiscal general de la República, la oficialista Luisa Ortega Díaz, reclamó respeto a las reglas del juego democrático en un país donde se han denunciado intentos desestabilizadores. El presidente Nicolás Maduro advirtió anteanoche que si la oposición gana las elecciones habrá confrontación social y él será el primero en salir a las calles.

“Levantamos la huelga pero la lucha continúa, me recuperaré y seguiré luchando por una mejor Venezuela”, afirmó López en una carta que leyó su esposa, Lilián Tintori. López cumplía ayer el trigésimo primer día de ayuno en demanda de la convocatoria oficial a elecciones parlamentarias y exigía además que los comicios tuviesen observación internacional calificada de la Organización de Estados Americanos y de la Unión Europea, así como que se realicen sin presos políticos, censura y represión. “Durante estas cuatro semanas hemos logrado avances, pero queda camino por recorrer en esta lucha por conquistar la democracia que finalmente lleve a nuestro pueblo todo por un camino de paz, bienestar y progreso”, señaló el dirigente.

Sobre la fecha de elecciones, afirmó que sólo tenía que decir con mucha esperanza: “Venezuela ya tiene fecha para el cambio”, agregó López, que está encarcelado en el penal militar Ramo Verde desde el 18 de febrero de 2014. Dos días después que su correligionario también preso, Daniel Ceballos, López inició el 24 de mayo el ayuno al que luego fueron plegándose hasta un centenar de simpatizantes opositores, incluso seis estudiantes encarcelados. Aunque varias de esas personas imitaron la decisión de López, al menos 12 de los que ayunaban en la iglesia Guadalupe, en el municipio caraqueño Baruta, anunciaron que mantendrían la medida en demanda de la liberación de los opositores presos.

En tanto, Ortega Díaz afirmó en la mañana de ayer, en su programa semanal de radio, que los actores políticos deben abogar por el respeto a las reglas del juego democrático en el próximo evento electoral. La jefa de los fiscales exhortó a que las diversas tendencias políticas que “hacen vida en el país se comprometan públicamente que van a respetar la decisión del árbitro aun cuando los resultados no les favorezcan”.

La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, informó que solicitaría una misión de observación a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) –que inmediatamente respondió que la enviará– pero no mencionó ni a la OEA ni a la UE. No obstante, tras ese anuncio, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, ofreció por segunda vez en diez días el envío de una misión a Venezuela. La convocatoria a las elecciones parlamentarias, cuya demora había generado inquietud entre la oposición local y entre organismos y gobiernos de la región, fue saludada ayer por Brasil y Estados Unidos.

“El gobierno brasileño recibió con satisfacción el anuncio”, afirmó un comunicado de su cancillería divulgado en Brasilia, que destacó su disposición de contribuir para que la futura misión de la Unasur cumpla plenamente sus objetivos. Paralelamente, Estados Unidos calificó el llamado a los comicios como “un paso positivo para el pueblo venezolano y sus instituciones democráticas”, afirmó John Kirby, vocero del Departamento de Estado, en una breve declaración en Washington.