Sáb 15.11.2003

EL MUNDO

¿Quién dijo que no queda apoyo para un antisemita?

Martin Hohmann, que el mes pasado llamó a los “judíos bolcheviques” una “raza de asesinos”, fue expulsado ayer de la bancada democristiana en Alemania, pero la votación en favor de la medida distó de ser unánime, y parte de la base partidaria se solidarizó con el escandaloso diputado.

Por Tony Paterson*
Desde Berlín

El político alemán en el centro de un creciente escándalo de antisemitismo fue expulsado ayer de la bancada parlamentaria de la opositora Unión Cristiano-demócrata (CDU) por decir que los judíos en la Revolución Rusa fueron “una raza de asesinos” del mismo modo que los alemanes bajo Hitler. Martin Hohmann, un parlamentario de derecha, fue desprovisto de su derecho a votar con el partido conservador o hablar en su nombre en el Parlamento y fue puesto en una minoría luego de que el 81 por ciento de los parlamentarios de la CDU votaran en favor de su salida. Pero la expulsión de Hohmann, que no tiene precedentes y que es la primera en la historia del partido, aportó un serio motivo de embarazo a los líderes de la CDU cuando 28 de sus parlamentarios votaron contra la moción de expulsarlo y 18 se abstuvieron.
Su apoyo fue mucho más alto de lo esperado y es probable que aumente las preocupaciones de antisemitismo latente dentro de lo que las encuestas de opinión más recientes muestran como el partido político más popular de Alemania. Ayer, 26 personas, principalmente afiliados democristianos, firmaron una solicitada de página entera, que apareció en varios diarios nacionales, llamando a la solidaridad con el parlamentario expulsado. Los firmantes acusaron al liderazgo de la CDU de decidir “una sentencia de muerte política” para Hohmann en lugar de una “discusión honesta”. El escándalo creció aún más cuando el brigadier general Reinhard Guenzel, comandante de las fuerzas especiales de elite KSK de Alemania, fue relevado en forma sumaria por el Ministerio de Defensa después de haber escrito una carta a Hohmann para elogiarlo por su “valiente” discurso.
Angela Merkel, la líder de la CDU, admitió luego del voto: “Muchos de mis colegas encontraron esta decisión difícil de tomar por razones personales. Estos han sido días duros para nosotros pero teníamos que sacar las consecuencias”, agregó. Estas declaraciones causaron críticas entre los oficialistas del Partido Socialdemócrata, que insistieron que “no es aceptable” que ningún miembro del Parlamento se haya opuesto a la expulsión.
Hohmann hizo sus incendiarias declaraciones en un discurso en su ciudad el mes pasado. En él afirmó que grandes cantidades de “judíos bolcheviques” participaron en masacres de la policía secreta comunista durante la Revolución Rusa de 1917. “Con alguna justificación, uno podría describir a los judíos como una raza de asesinos. Esto puede sonar horrible, pero sigue la misma lógica con la que uno describe a los alemanes como una raza de asesinos.” Posteriormente, Hohmann dijo: “No describo ni a los judíos ni a los alemanes como una raza de asesinos”. Pero algunos historiadores compararon sus afirmaciones con el tipo de propaganda construida por Joseph Goebbels, el ministro de Información de Hitler. Paul Spiegel, presidente del Consejo Central de Judíos de Alemania, condenó a Hohmann y dijo que había “caído en el escalón más bajo de antisemitismo repugnante”.
El liderazgo de la CDU rechazó a Hohmann por sus afirmaciones e inicialmente evitó una medida disciplinaria más fuerte. Después de que el parlamentario se rehusara a retirar sus afirmaciones el fin de semana pasado, el partido concluyó que no tenía mucha más opción que expulsarlo de su bancada parlamentaria e iniciar un largo procedimiento para quitarle su membresía del partido. Ayer, esta decisión pareció incrementar la rabia sentida entre los conservadores de base, que han inundado la sede central de la CDU de e-mails protestando por el tratamiento dispensado por la dirección del partido al desenfadado parlamentario. Funcionarios, de la CDU en la localidad de Recklinghausen en el Rühr desplegaron una banderola sobre la oficina local del partido, con la inscripción: “En Alemania no se le permite a nadie decir la verdad a partir de ahora”, mientras miembros del partido en Neuhof, la localidad a la que Hohmann representa, se dijeron descorazonados por la expulsión del parlamentario y que no podían entender por qué el liderazgo partidario había actuado con tal severidad contra un parlamentario que “representa firmemente a los intereses alemanes”.
Wolfgang Bosbach, el líder parlamentario de la CDU, sugirió que el liderazgo entero del partido debía ser culpado por no haber explicado a sus miembros las razones de la expulsión. “Teníamos muchas buenas razones para nuestra decisión pero no fueron comunicadas a nadie. Corresponde al liderazgo partidario convencer a sus miembros de que teníamos razón.”
Otros conservadores fueron más explícitos. “Debemos hacer claro a los miembros que debíamos dar este paso para trazar una línea divisoria entre el conservadurismo y el ultraderechismo”, dijo Reinhard Grindel, un parlamentario de la CDU.
Hohmann dijo que se propone seguir representando a su ciudad y que no tenía planes de dejar el Parlamento aun cuando ahora se ha quedado solo.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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