La empresa china CAMC Engineering (Camce), que quedó en medio de una polémica en las últimas semanas sospechada de haber sido beneficiada de modo irregular, será excluida de las licitaciones que realice el Estado boliviano para construir rutas que se financiarán con un crédito chino por 7000 millones de dólares. Así lo informó el vicepresidente Alvaro García Linera, quien confirmó la exclusión de Camce durante un encuentro con la prensa poco antes de emitir su voto en el referendo constitucional. El veto a la firma es por la decisión del Ejecutivo de multar a Camce por incumplir un contrato y se anuncia en medio del escándalo suscitado por una denuncia de supuesto tráfico de influencias hacia una ex pareja de Morales que trabaja en esa compañía. La empresa china consiguió siete contratos en Bolivia por 566 millones de dólares, la mayoría por invitaciones directas. La gerente comercial de Camce en Bolivia es Gabriela Zapata, ex pareja del presidente Morales, con quien tuvo un hijo en 2007 que falleció poco después. Morales y Zapata negaron las acusaciones de tráfico de influencias, que la prensa explotó en medio de la campaña por el referendo. Igualmente, el presidente boliviano pidió que los contratos de Camce sean investigados por la Contraloría General del Estado, a cargo de un ex diputado oficialista, y por el Parlamento, donde se conformó una comisión mixta formada por oficialistas y opositores.

García Linera volvió a cuestionar ayer que se hablase de tráfico de influencias a partir de la decisión del Estado de multar a Camce con la ejecución de unas garantías bancarias, con el aval de una resolución tomada por el Tribunal Constitucional. “¿Qué tráfico de influencias? Se están ejecutando 23 millones de dólares a la empresa Camce y no solamente existe la ejecución, sino que también está la prohibición a la empresa Camce de participar en los contratos de los 7000 millones del crédito chino”, sostuvo.