“Aunque gane el No, la vida sigue. La lucha sigue. No hay que desesperarse”, dijo ayer el presidente Evo Morales. Lejos de aceptar la derrota mientras no lo confirme el Tribunal Superior Electoral (TSE), el líder aymara concedió imaginarse fuera de la Presidencia en 2020, entre preguntas en conferencia de prensa. Reiteró que si ello sucediera, se retiraría a cultivar sus tierras en el trópico de Cochabamba. De todas maneras, confía en la experiencia de las elecciones anteriores, cuando la fuerza del voto en las áreas rurales aseguró al oficialismo repetidas victorias en las urnas. También espera una ayuda del voto en el extranjero, que podría acortar más la diferencia. Incluso, alguna de las autoridades del Movimiento Al Socialismo (MAS) se animó a sugerir que al final del conteo ganará el Sí. En definitiva, con el 83,3 por ciento de las actas verificadas al cierre de esta edición, el No llega al 53,8 por ciento, mientras al Sí trepa hasta el 46,2 por ciento.

Ipsos Bolivia y Equipos Mori fueron las encuestadoras encargadas de dar los resultados a boca de urna. Ambas dieron como ganador al No, por 52,3 y con 51 por ciento, respectivamente. Cuando el TSE comenzó a difundir los datos oficiales, en la mañana de ayer, el Sí llegaba al 63 por ciento. Conforme pasaban las horas y los papeles se revisaban, la diferencia empezó a acercarse. Estos son los números que importan el presidente.

“Esos primeros informes de conteo rápido o encuestas llamadas ‘a boca de urna’ dan la diferencia de más del 2 por ciento (a favor de No). No me preocupa a mí. Antes, hay que esperar con mucha serenidad los resultados. No se trata de hacer anticipadamente una fiesta”, dijo Morales en referencia a la celebración eufórica desatada por la oposición de derecha, aun con los datos lejos de asentarse.

Al presidente le inquieta que, de revertirse el resultado al finalizar el conteo oficial, los defensores del No se negarían a aceptar un giro de estas características, porque ya festejaron con los resultados no oficiales. “Algunas acciones de la oposición no sé si son desesperadas, festejando anticipadamente. ¿Y si cambian los resultados? Va a haber denuncias de fraude”, comentó Morales.

“En el MAS-IPSP (Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos) vamos a esperar pacientemente al pitazo final del TSE. Somos optimistas, confiamos en nuestros compañeros del área rural”, dijo Morales. Y agregó: “No se tratar de desesperarse frente a cualquier resultado, nunca nos hemos desesperado”.

“Estaba escuchando algunas informaciones del área rural. Es impresionante. Aunque ahora casi la mayor cantidad de ciudadanos está concentrada en las ciudades, el voto del campo siempre hizo cambiar los resultados finales”, advirtió el presidente. Ejemplificó con datos llegados de poblaciones campesinas del departamento de Potosí como Arampampa, donde el SI ganó por el 94 por ciento, o en Toro Toro, donde obtuvo el 85 por ciento.

“Hay un voto duro que nunca va cambiar, tanto en la ciudad pero especialmente en el campo, que es la mayoría. No solamente es cuestión de un sentimiento de los movimientos sociales, sino también un sentimiento profundo en la parte ideológica. Eso no va cambiar. El pueblo es antiimperialista. Lo más importante es que la lucha contra el neoliberalismo va a continuar, así gane el No”, aseguró. Y sostuvo: “No solamente somos un gobierno, somos una revolución pacífica, democrática y cultural”.

De todos modos, pronosticó que el resultado final será muy apretado. Comentó que quien gane lo hará “con uno o con dos votos y merecerá respeto, porque eso es democracia. Nosotros respetamos los resultados. Sea No o Sí, siempre vamos a respetar”, aseguró.

“Esperemos que la oposición no vuelva a cantar fraude como siempre lo ha hecho cuando los resultados han variado. En 2002 (cuando Morales perdió las elecciones presidenciales por poco) nosotros respetamos los resultados”, recordó.

Pero en la vereda del No ya dieron el trámite por cerrado. “No hay cómo revertir esta tendencia, porque hay un control permanente y tenemos las copias de todas las actas de nuestros propios ciudadanos. Lo contrario significaría un robo descarado”, indicó Oscar Ortiz, senador de Santa Cruz por el partido Demócratas.

Según el análisis de quienes defienden el No, los resultados de boca de urna contemplan una variación de entre 2 y 3 por ciento, a favor o en contra. Como el margen de votos a favor del No es mayor a los 200 mil votos, consideran que ya no es posible dar vuelta lo presentado por los datos preliminares.

Para el MAS, esta posible derrota del Sí a la modificación del artículo 168 de la Constitución no se explicaría sin el protagonismo de la campaña “sucia” implementada por la oposición. Las últimas semanas, los partidos de derecha se dedicaron a difundir pormenores de las vidas de Evo Morales y el vicepresidente Alvaro García Linera.

“Como no hay por dónde atacar al proceso que llevamos adelante, la oposición se aprovecha de las familias, inicia guerras sucias con mentiras y más mentiras”, dijo el presidente. Y evidenció que gran parte de esta guerra transcurrió en las redes sociales.

“Tal vez en el futuro va a ser importante debatir este tema de las redes sociales. En algunos países, con mala información tumban gobiernos, perjudican a su país y crean confrontación. No sé si hay alguna gente que maneja bien esos mecanismos en Bolivia para enfrentarnos. Entiendo que antes también era así aquí con algunos medios de comunicación”, opinó.

“No sé si hemos sido expertos sobre las redes sociales. Lo repito: las redes sociales con las mentiras nos han hecho daño. Estamos convencidos de ello. Siento que quienes usan las redes sociales con mentiras están haciendo perder valores a las nuevas generaciones. Es una preocupación que tengo personalmente”, sostuvo Morales.

“¿Habrá siempre alguien que investigue esos ataques que vienen como discriminación, humillación, como marginación al Evo en este proceso? ¿Alguien está haciendo seguimiento para demostrar cómo soportamos todo esto por Bolivia? No lo sé”, comentó.

En definitiva, si se mantiene el resultado contrario a su reelección en 2020 para un cuarto mandato consecutivo, “habrá que hacer una evaluación: ¿es culpa del gobierno nacional? ¿Del gobierno departamental, allí donde tenemos gobernadores del MAS?”.

Ya pasado el 21 de febrero, el presidente quiere enfocarse en la agenda de desarrollo que tiene programada hasta 2020. “Ahora que terminó el referendo tenemos que ponernos manos a la obra. Vamos a seguir convocando a alcaldes y alcaldesas opositores y gobernadores opositores para trabajar conjuntamente. Eso es lo que hicimos hasta ahora y por eso llegamos hasta donde llegamos”, sostuvo.