EL MUNDO › DESPLIEGUE DE UNIFORMADOS EN EE.UU.
Una Navidad negra
En Nueva York y otras ciudades de Estados Unidos las calles y avenidas vieron reforzados los controles policiales debido al alerta “naranja” (alto) sobre posibilidad de atentados terroristas.
Por David Usborne *
Desde Nueva York
En plena Quinta Avenida, el rojo y blanco de Papá Noel ayer se mezcló con el negro de las escopetas semiautomáticas, mientras Nueva York y otras ciudades estadounidenses desplegaban efectivos policiales armados en varios puntos estratégicos ante una nueva amenaza de ataques terroristas. Los ritmos navideños fueron sutilmente alterados a lo largo y a lo ancho de Estados Unidos mientras la policía corría a obedecer la orden del domingo de elevar a naranja el nivel de alerta nacional. Una señal de la preocupación que reina en los círculos de inteligencia ante la posibilidad de que la red terrorista Al-Qaida ataque de nuevo.
La policía y los soldados de la Guardia Nacional patrullaron aeropuertos, estaciones de trenes, puentes y otros lugares transitados en las ciudades más importantes de Estados Unidos. La policía estatal se subió a los trenes suburbanos que van a Nueva York y la guardia costera patrulló la bahía de Los Angeles. Es la quinta vez que la nación está en alerta naranja desde que este sistema de códigos en colores fue inaugurado luego de los ataques del 11 de septiembre. En el mensaje que el secretario de Seguridad Interior Tom Ridge dio el domingo a la población, repitió que ésta deberá ser especialmente cauta porque hay nuevas señales sobre la posibilidad de ataques inminentes. Sin embargo, no especificó las fuentes de esa información o cuándo podrían ocurrir los ataques.
Pero algunos funcionarios confirmaron que existe la preocupación de que los terroristas vuelvan a usar aviones para lanzar un ataque. “La calidad de la información es alta. La credibilidad está ahí”, dijo Ridge al prevenir sobre los nuevos atentados que incluso podrían ser más devastadores que los del 11/9. Y sobre la información de inteligencia recolectada, agregó que “nunca antes habíamos tenido un nivel como éste”. De todas formas, él y otros funcionarios enfatizaron que los norteamericanos deberán continuar como siempre con los festejos navideños.
La decisión de subir al naranja por primera vez desde mayo puede haber sido provocada en parte por la transmisión del canal árabe Al Jazeera, que el viernes emitió una nueva grabación con la supuesta voz de Ayman Al Zawahiri, el segundo en rango después de Osama bin Laden. Este dijo que Al-Qaida todavía está “persiguiendo a los estadounidenses y sus aliados en todas partes, incluso en su propio territorio”. El Departamento de Estado emitió su propia alerta el domingo para que todos los ciudadanos norteamericanos en el extranjero extremen las medidas de vigilancia ante posibles ataques, especialmente en lugares públicos como restaurantes, hoteles y templos religiosos. Sin embargo, la sugerencia de otro atentado en suelo estadounidense puede crispar los nervios de los ciudadanos que están en casa. “Soy de Maine”, dijo Daniel Bennett, que está de visita en Nueva York. “Y me alegro de serlo.”
Los comercios, que hasta ahora han tenido un diciembre poco usual, han tratado de calcular si el nuevo alerta desalentará las compras de último momento y si dañará las ventas de esta temporada. Pero con los vuelos y trenes desbordados de pasajeros, no parece haber ningún signo de que los norteamericanos estén haciendo caso a las advertencias. “Es como con los terremotos: uno aprende a vivir con ellos”, dijo Jeff Shaw, de la ciudad de Reno, en Nevada, mientras visitaba un shopping en San Francisco. “Si va a suceder, va a suceder”, agregó.
Ridge actualizó a George W. Bush sobre los últimos acontecimientos de ayer y habló por teléfono con sus pares mexicanos y canadienses para que éstos incrementen los controles fronterizos. También hubo preocupación sobre la posibilidad de que los terroristas usen aviones a punto de despegar en aeropuertos extranjeros para atacar blancos en territorio norteamericano. Las autoridades temen que los terroristas usen armas de destrucción masiva, como bombas sucias hechas con agentes químicos o biológicos. El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, desplegó dos equipos de elite de la Guardia Nacional a lo largo de la ciudad para detectar sustancias químicas, biológicas y radiológicas.
* De The Independent, de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Milagros Belgrano