EL MUNDO › LA MANDATARIA DE BRASIL SOSTUVO QUE VA A DEFENDERSE MIENTRAS AVANZA UN JUICIO POLíTICO EN SU CONTRA

Dilma dijo que va a enfrentar todo el proceso

En su primera aparición pública luego de la aprobación del pedido de impeachment en la Cámara de Diputados, Rousseff reiteró que no renunciará y que está al comienzo de una lucha larga, no al final, en alusión a una tapa del diario O Globo.

 Por Darío Pignotti

Desde Brasilia

Hasta después de las Olimpíadas. En su primera aparición pública luego de la aprobación del impeachment en Diputados, donde el gobierno sufrió una derrota severa, la presidenta Dilma Rousseff reiteró que no renunciará a su cargo, en el que permanecerá aunque se le abra un proceso en el Senado, por lo que continuará siendo presidenta posiblemente hasta octubre, dos meses después de iniciados los Juegos de Río de Janeiro.

“Estamos al inicio de esta lucha, no comenzó el fin” del gobierno, afirmó la mandataria en rueda ofrecida en el Palacio del Planalto rebatiendo el título catástrofe, “Cerca del Fin”, publicado a seis columnas en la mañana de ayer por el diario O Globo, del grupo empresarial homónimo.

No quedan dudas sobre la determinación de Dilma de afrontar la próximas etapas del juzgamiento hasta llegar a la última, posiblemente en septiembre u octubre, en la que el Pleno del Senado y el presidente del Supremo Tribunal Federal decidirán si cometió o no un “crimen de responsabilidad”, que fue el argumento invocado por la Cámara baja para considerar que es pertinente procesarla y, eventualmente, destituirla.

Luego de pasar el domingo en el Palacio de Alvorada reunida con congresistas, ministros y su consejero principal Luiz Inácio Lula da Silva, Dilma se presentó ayer ante la prensa, poco después de las 18 horas locales, de buen humor.

Con el rostro menos demacrado que en los días previos a la rotunda derrota sufrida la noche del domingo en la Cámara baja cuando la oposición se impuso por 367 votos contra 137 de oficialismo, abriendo paso al enjuiciamiento político.

En la tarde de ayer el titular de Diputados, Eduardo Cunha, entregó a su colega del Senado, Renán Calheiros, las actas que oficializan el aval para el inicio del procesamiento de Rousseff. El próximo paso será que la Cámara alta vote la apertura o rechazo del parecer llegado de Diputados: si opta por la primera opción automáticamente Rousseff debe tomar licencia del cargo por hasta 6 meses, durante los cuales asumirá la presidencia el vice Michel Temer.

Rousseff manifestó no sólo su decisión de participar en todas las fases del proceso en la cámara alta, también comentó la importancia del respaldo ciudadano a la pelea contra el “golpe de Estado”, que desde hace un mes comenzó ganar peso. Y si el año pasado las calles estaban dominadas por movilizaciones destituyentes, el domingo pasado se observó que la disputa por el espacio público se tornó más equilibrada.

“Voy a enfrentar todo el proceso, me voy a defender en el Senado, esta lucha será muy larga, y demorará, no mi mandato, es algo muy importante para la democracia y los 54 millones de votos que tuve”, recordó.

Seguramente llevó preocupación a las tiendas de Temer, quien tiene el 1 por ciento de intenciones de voto, al aceptar que podría convocar a elecciones anticipadas en las que uno de los favoritos sería Lula, con el 21 por ciento de adhesiones, que lo ubican como el político con más proyección presidencial.

Calificó como “traidor” al vicepresidente Michel Temer, quien ya comenzó a formar el gabinete que lo acompañará en caso de que deba asumir el gobierno. Y deploró la actitud del titular de Diputados, Eduardo Cunha, a quien acusó de haber abierto por “venganza” contra el gobierno, el proceso por impeachment, además de mencionar que es titular de “cuentas en el exterior”.

Cunha, lugarteniente de Temer, está procesado en el Supremo Tribunal Federal por haber ocultado en Suiza 5 millones de dólares oriundos, posiblemente, de sobornos cobrados a empresarios para facilitarles contratos en Petrobras.

Volando a Brasilia

En la historia reciente del Congreso hay varios casos de corrupción resonantes, entre los que sobresale el comprobado soborno a diputados para persuadirlos de que aprueben la reforma constitucional de 1997 gracias a la cual Fernando Henrique Cardoso pudo presentarse y vencer con su reelección en 1998, derrotando por segunda vez consecutiva a Lula.

Fue el propio ex presidente socialdemócrata quien el año pasado reconoció el pago de propinas a legisladores aunque negó haber tenido conocimiento de esa trama por la cual fue modificada la Carta Magna.

Paréntesis: en 1998 Carlos Menem hizo campaña para su amigo Cardoso al acusar a Lula de ser una amenaza al Mercosur.

Diecinueve años más tarde de esa maniobra algunos periodistas con años en el Parlamento observaron con alguna curiosidad el “efecto manada” que permitió a la oposición vencer por 367 votos a 137 en la votación por el impeachment contra Dilma este domingo.

Claro que es plausible atribuir tamaña cantidad de votos contra el gobierno a un clima de polarización política y revanchismo contra Dilma, el PT y la “izquierda que ataca los valores de la familia” como alegó algún congresista evangélico el domingo.

Aún así no se puede descartar de arranque que haya habido alguna otra razón, más allá de la política y religiosa, para querer que Dilma caiga y facilitar la proyección del vice Temer hacia el Palacio del Planalto.

Sospechar no es pecado, y menos hacerlo de una Cámara baja cuyo jefe es Cunha, quien continúa en libertad gracias a tener foro privilegiado.

Uno de los hombres de confianza de Temer declaró la semana pasada al diario Folha que empresarios pusieron a disposición del vicepresidente aviones para trasladar a diputados que a última hora decidieran volar a Brasilia para apoyar la destitución de Dilma. El aspirante presidencial recibió el apoyo público de la Federación de Industrias de San Pablo, la cual cedió sus instalaciones a manifestantes por el golpe institucional y desplegó una acción de lobby por el impeachment en el Parlamento. Todo lo cual está dentro de la ley.

Consultada sobre eventuales irregularidades para sumar congresistas a la causa del juicio política la presidenta dijo ayer en la conferencia de prensa que está al corriente del tema.

Paralelamente el ministro de Justicia, Eugenio Aragao, ordenó que la Policía Federal abra una investigación sobre eventual “corrupción activa de empresarios” para el traslado de congresistas, lo que de confirmarse podría ser causal de impugnación.

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Rousseff calificó de traidor al vicepresidente Michel Temer, quien ya empezó a armar un eventual gabinete.
Imagen: Télam
 
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