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Medio Oriente continuó con su rutina de violencia ayer con un ataque suicida y un tiroteo palestino, y la incursión de tanques israelíes, comprometiendo la misión de tregua norteamericana. Mientras el enviado norteamericano, el general Anthony Zinni, pasaba de encontrarse con funcionarios israelíes en Jerusalén y en Tel Aviv a hacerlo con los palestinos en Ramalá, las expectativas de un anuncio de cese de fuego revivió por apenas una hora el fin de semana, para decaer finalmente, dejando a las dos partes encerradas en una confrontación letal.
En Israel, la semana laboral comenzó con dos ataques palestinos: un tiroteo a mansalva en la ciudad central de Kfar Saba, que mató a una mujer israelí, y el ataque de un kamikaze dos horas más tarde, cerca de una parada de ómnibus en el barrio French Hill de Jerusalén, construido en tierra ocupada tras la guerra de 1967.
Mientras tanto, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, cambió su predisposición inicial a acordar el alto el fuego con los palestinos, y dijo que Israel continuaría atacando las ciudades palestinas. “El objetivo a esta altura es llegar a un cese de fuego lo antes posible”, dijo luego del encuentro de gabinete de ayer. “Si hay ataques durante las conversaciones de cese de fuego, vamos a actuar en consecuencia.”
Como si estuvieran haciendo cola, tanques israelíes abandonaron los perímetros de Belén para entrar en la Plaza Manger, matando a un activista palestino, antes de retirarse. Ayer, el general Zinni dijo estar impávido ante la falta de avances diplomáticos y la violencia inexorable en el terreno: “Estos ataques no van a detener mis esfuerzos por continuar el trabajo con ambas partes para que termine la confrontación israelo-palestina”. Zinni condenó los dos ataques dentro de Israel y llamó a Yasser Arafat a arrestar y enjuiciar a los activistas palestinos.
Los ataques de ayer dentro de Israel causaron pocas bajas. En Jerusalén, nueve personas fueron levemente heridas por la explosión de los clavos contenidos en la granada de fragmentación con que se inmoló el kamikaze. Una mujer murió y otras seis fueron heridas en Kfar Saba, donde atacantes palestinos abrieron fuego con una pistola antes de que lo mataran. Sin embargo, en Israel había una sensación generalizada de que lo peor estaría por llegar, con todos los grupos activistas palestinos pidiendo venganzas sangrientas por las invasiones de Sharon a las ciudades palestinas la semana pasada.

* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Giselle Cohen.