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Por John Lichfield *

Francia se hundió ayer en un profundo duelo cuando un charter de vacaciones con destino a París se estrelló en el Mar Rojo matando a 148 personas, la mayor parte de ellas turistas, incluyendo decenas de niños. Entre las víctimas habría varias familias del área de París, incluyendo una familia entera de siete integrantes. Expertos franceses en accidentes aéreos estaban volando anoche a Egipto para tratar de descubrir por qué el Boeing 737-300, propiedad de una compañía egipcia de charters, se estrelló en aguas profundas minutos después de su despegue del aeropuerto Shar-el Sheik. No se ha excluido totalmente la posibilidad de un acto terrorista, pero funcionarios tanto franceses como egipcios han dicho que las primeras evidencias apuntaban a un accidente.
Dominique Bussereau, viceministro francés de Transportes, dijo que el Boeing 737 de Flash Airlines, que llevaba a turistas que volvían de unas minivacaciones de Navidad y Año Nuevo en hoteles de la costa del Mar Rojo, sufrió un “problema al despegar”. “Intentó pegar la vuelta y fue cuando estaba haciéndolo que se estrelló”, dijo. Testigos oculares dijeron que el avión estaba volando a baja altura sobre el agua, se encontraba intacto cuando tocó el mar en un ángulo de poca profundidad y se quebró en el impacto. El ministro de Aviación Civil de Egipto dijo que las causas de la caída eran “puramente técnicas” y que no había signos de terrorismo. El piloto egipcio no envió una llamada de auxilio. Expertos franceses en aviación dijeron que esto puede querer decir que la aeronave fue dañada por una pequeña explosión a bordo pero que también podía significar que el piloto estaba luchando con los controles y no tuvo tiempo de enviar una señal.
Las víctimas incluirían al menos 127 turistas franceses, otros ocho turistas residentes en Francia y 13 tripulantes egipcios y marroquíes, contando una tripulación de reemplazo que iba a hacerse cargo de la nave después de una escala en El Cairo. El primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, al llegar al centro de crisis en el aeropuerto Charles de Gaulle para dar sus condolencias a los familiares, declaró: “La totalidad de la nación ha sido herida por esta calamidad... No sabemos las causas precisas de la caída pero sabemos de su crueldad. Es una tragedia abrumadura, repulsiva, que se ha devorado a gente que simplemente buscaba un poco de descanso”.
Después de hablar por teléfono con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, el presidente francés, Jacques Chirac, declaró: “Es con conmoción que me enteré de esta terrible tragedia en Egipto”. Autoridades francesas dijeron que todas las posibilidades –incluyendo un ataque terrorista– serían exploradas, pero que la evidencia inicial apuntaba a un accidente. El Ministerio de Justicia francés ordenó la apertura de una investigación por “homicidio culposo”, el procedimiento usual en Francia cuando se sospecha de una muerte accidental. Funcionarios franceses dijeron que la investigación era una “formalidad” a fin de proveer una base legal para la participación francesa en la averiguación del hecho. La investigación fue confiada a la Oficina de la Fiscalía de Bobifny, cuya jurisdicción incluye el aeropuerto Charles de Gaulle. El juez interviniente emitió ayer un pedido de investigación internacional, permitiendo a los expertos franceses en accidentes aéreos viajar a Egipto anoche y hoy.
El fiscal principal del área que incluye el aeropuerto declaró ayer: “En este momento, no hay razones para excluir la posibilidad de un accidente... el avión se precipitó al mar exactamente después de despegar. Los restos de la aeronave están en el fondo del mar. La recuperación de cadáveres será muy difícil”.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.