Lun 06.06.2016

EL MUNDO  › LOS RESULTADOS DE LOS CONTEOS RáPIDOS Y LOS PRIMEROS DATOS OFICIALES FAVORECíAN AL CANDIDATO NEOLIBERAL FRENTE A FUJIMORI

Un final peleado con ventaja para Kuczynski

Los conteos rápidos daban una derrota del fujimorismo, pero con una diferencia mínima: 50,5 contra 49,5. Al cierre de esta edición, el virtual ganador PPK pedía vigilar el escrutinio “para que no nos roben en la mesa”. Y Keiko Fujimori llamó a esperar el resultado total.

› Por Carlos Noriega

Página/12 En Perú

Desde Lima

Los peruanos se fueron a dormir ayer sin un resultado oficial, pero con un casi seguro ganador: el neoliberal Pedro Pablo Kuczynski. Si, como es lo más probable, los resultados de dos conteos rápidos que favorecen a Kuczynski, aunque con una diferencia que está dentro del margen de error, se confirman con los datos oficiales, que se darían al cien por ciento recién hoy, Kuczynski será el nuevo presidente del Perú desde julio. El conteo rápido de la encuestadora GFK le daba a Kuczynski 50,8 por ciento y a Keiko Fujimori 49,2 por ciento, en el límite para declarar un ganador. Las encuestadoras señalaron que se necesitan dos puntos de diferencia entre uno y otro en el conteo rápido para dar con certeza a un triunfador. Ipsos le otorgaba una ventaja menor al candidato neoliberal: 50,5 por ciento contra 49,5 por ciento de la candidata fujimorista.Los primeros resultados oficiales dados por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) a las nueve de la noche (once hora de Argentina), al 36 por ciento, le daban a Kuczynski 50,58 por ciento y a Fujimori 49,42 por ciento. Los fujimoristas se negaban ayer a aceptar su derrota.

Kuczynski tuvo una espectacular remontada la última semana. El domingo anterior a las elecciones estaba siete puntos abajo en las encuestas. La reactivación de una campaña que se había movido en la tibieza y que planteó en el último tramo la dicotomía entre democracia y autoritarismo fujimorista que se jugaba en estas elecciones; las denuncias contra los colaboradores y financistas de la campaña de Keiko de estar vinculados al lavado de dinero y al narcotráfico; el fallido intento de la cúpula fujimorista de desacreditar esas denuncias con audios adulterados; las movilizaciones contra el fujimorismo de la última semana; y el amplio apoyo de otros sectores políticos, desde la izquierda hasta la derecha, y de sindicatos y movimientos sociales, que recibió su candidatura para evitar una victoria fujimorista, voltearon las cosas en el último minuto, cuando Keiko parecía tener la victoria en el bolsillo. Ayer se hizo evidente que los fujimoristas no terminaban de asimilar una derrota que no esperaban.

A eso de las 7:30 de la noche (9:30 hora de Argentina), PPK, como se le conoce al virtual nuevo presidente del Perú, salió al balcón de su local partidario para hablarle a sus seguidores, que celebraban eufóricos lo que a esa hora era un virtual triunfo. Estaba flanqueado por sus dos vicepresidentes: Martín Vizcarra y Mercedes Aráoz. Había recibido los resultados no oficiales que lo daban ganador en su casa, junto a sus vicepresidentes. Habló menos de cinco minutos. Fue prudente en su breve mensaje y evitó declararse ganador.

“No hemos ganado todavía, hay que esperar los resultados oficiales”, comenzó PPK. Abajo del balcón, la gente lo vitoreaba y celebraba lo que ya consideraba una victoria. El virtual ganador pidió vigilar el conteo de votos “para que no nos roben en la mesa”. “Tomo estos resultados con optimismo, pero con modestia”, continuó. Siguió diciendo que en esta elección había ganado la democracia, en clara alusión al autoritarismo fujimorista que amenazaba volver. “Queremos un país democrático. Aborrecemos la dictadura y amamos el diálogo”, dijo. Y anunció un gobierno de consenso: “Somos conciliadores, vamos a conversar con todos. Vamos a tener un gobierno de consenso, no más pugnas y enfrentamientos”. Mientras desde abajo subía el grito de “vamos, vamos PPK”, el virtual presidente terminó con un grito de victoria: “Triunfaremos”.

Pero ayer no solamente celebraban los seguidores de PPK. También lo hicieron muchos que no simpatizan con las propuestas neoliberales del virtual presidente, pero votaron por él para detener al fujimorismo. Entre ellos estaban la izquierda y movimientos sociales y sindicales, que ya anunciaron se opondrán, a las políticas neoliberales de PPK, pero que ayer celebraban, con una mezcla de júbilo y alivio, la derrota del riesgo autoritario que significaba un regreso del fujimorismo al poder. Por eso votaron por PPK.

Aunque parezca paradójico, el neoliberal Kuczynski le debe en mucho su victoria, no confirmada oficialmente pero casi segura al cierre de esta edición, a la izquierda. Ese apoyo se explica por el objetivo primordial de evitar el retorno del fujimorismo, que carga una historia de autoritarismo y violaciones a los derechos humanos cuando fue gobierno, y un pasado y presente ligado a la corrupción y el narcotráfico. El llamado hecho el lunes pasado por Verónika Mendoza, la ex candidata presidencial del izquierdista Frente Amplio, tercera en la primera vuelta con 19 por ciento, a votar por PPK para detener al fujimorismo, fue clave en la victoria de éste. No es casual que ayer Kuczynski tuvo su mejor desempeño electoral en el sur del país, donde en la primera vuelta había ganado Mendoza y a PPK le había ido mal. Esta vez, PPK superó el 60 por ciento en el sur.

“Hemos derrotado el regreso de la dictadura y sus crímenes y corrupción. Seremos vigilantes al gobierno de PPK”, declaró ayer Sandra de la Cruz, del movimiento ciudadano No a Keiko, que pidió el voto por PPK y que el martes pasado organizó una multitudinaria marcha en contra de la candidatura de Keiko.

Si los resultados de los dos conteos rápidos y los primeros resultados oficiales parciales se confirman, el fujimorismo se habrá quedado por segunda vez a las puertas de Palacio de Gobierno. Como ya le ocurrió en 2011, Keiko Fujimori, la hija y heredera política del ex dictador Alberto Fujimori, en prisión con una condena a 25 años por delitos de lesa humanidad y corrupción, vuelve a fracasar en su intento de regresar al fujimorismo al poder luego de la caída dela dictadura de su padre en noviembre del año 2000.

Poco después que habló PPK, lo hizo Keiko. Habló desde un estrado levantado frente al hotel Meliá, donde recibió los resultados, preparado para celebrar una victoria que nunca llegó. Sus seguidores lanzaban vivas y agitaban banderas, pero en sus rostros había más preocupación y decepción que ganas de festejar. Keiko no resignó su derrota. “Es un resultado ajustado. Las cifras que estamos viendo en televisión nos muestran que hay un empate técnico. Vamos a esperar los resultados oficiales. Estamos optimistas”, dijo la ex candidata. Los primeros resultados oficiales tampoco la favorecieron.

Los dirigentes del fujimorismo declaraban ayer en la noche que esperaban los votos rurales y del extranjero para cambiar la derrota en victoria. Pero los primeros resultados del extranjero, llegados de Europa y Oceanía, daban ganador a PPK. “Keiko ha ganado y será la próxima presidente”, dijo el congresista Pedro Spadaro, desafiando la realidad. Llamó la atención que Kenji Fujimori, hermano de Keiko y congresista, no fuera a votar. Hace unas semanas, Kenji anunció que él sería candidato presidencial en 2021 si su hermana no ganaba en esta elección. Tal vez en eso estaba pensando cuando decidió no votar por Keiko.

El congresista de PPK, Carlos Bruce,una de las figuras principales de la que será la bancada oficialista, aunque minoritaria, tendió puentes al fujimorismo, mayoría absoluta en el próximo Congreso. “No descartamos que técnicos del fujimorismo puedan trabajar en el gobierno de PPK”, dijo. Sobre la relación que el gobierno electo espera tener con el izquierdista Frente Amplio, cuyo apoyo fue fundamental para la victoria de PPK, Bruce señaló que el anuncio de la izquierda que su respaldo a Kuczynski era para impedir la victoria fujimorista pero que serían oposición a un gobiernode PPK era “una posición muy respetable”. “Estoy seguro -apuntó- que con el Frente Amplio nos vamos a entender en muchos temas, como en materia de derechos humanos, derechos civiles, lucha contra la corrupción, temas en los que ellos tienen muy buenas propuestas que van a enriquecer nuestro plan de gobierno. Estoy seguro que los del Frente Amplio serán duros fiscalizadores y eso nos ayudará a hacer un mejor gobierno”.

En la mañana de ayer, muy temprano, luego del tradicional desayuno de los candidatos con la prensa en el día de las elecciones y antes de ir a votar, Kuczynski rezó ante el Señor de los Milagros, una de las figuras religiosas más populares del país. Y el milagro se le hizo. Al final del día ganaba una elección que hace una semana parecía tener perdida.

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