Mariano Rajoy avanzó hacia su investidura al aceptar ayer las condiciones impuestas por Ciudadanos para apoyarlo como jefe del gobierno español, en un intento por sacar al país de ocho meses de parálisis política. Rajoy y Albert Rivera se reunieron durante hora y media en Madrid, un día después de que el líder de Ciudadanos fijara seis condiciones para acompañarlo, centradas en la lucha contra la corrupción. El presidente del gobierno en funciones consideró que la iniciativa de Rivera es buena decisión para España y dio instrucciones para que el comité ejecutivo del Partido Popular se reúna el 17 de agosto y estudie esas condiciones.

El comité ejecutivo del PP deberá votar las condiciones que los liberales reclaman para apoyar la reelección de Rajoy como jefe del Ejecutivo español: en caso de que sean aprobadas, se convocará el debate parlamentario de investidura. El líder liberal se mostró confiado en que el PP pueda respaldar esas seis propuestas que, además, ya figuraban en el acuerdo que en febrero pasado firmó con el PSOE para apoyar la investidura como presidente del gobierno del socialista Pedro Sánchez.

Rivera dijo estar dispuesto a negociar el voto afirmativo de su partido a la reelección de Rajoy. “Si Rajoy acepta las condiciones, incluida la de fijar fecha y hora para el debate de investidura, todo estará abierto”, aseguró Rivera el martes en conferencia de prensa, en el Congreso de los Diputados, dando un paso en dirección al apoyo al dirigente conservador.

El dirigente liberal exige a Rajoy la separación inmediata de cualquier imputado por corrupción, la eliminación de aforamientos –que los cargos públicos no sean juzgados por tribunales superiores–, una nueva ley electoral, acabar con los indultos en casos de corrupción, la limitación de mandatos a 8 años, y la creación de una comisión parlamentaria para investigar el caso Bárcenas, de financiación ilegal del PP.

“Los españoles no tienen más tiempo. Quieren cambios y gobierno. No entienden de crisis internas en el PSOE ni de corrupción en el PP. Por eso hoy he planteado posibles soluciones y desbloqueos a esta situación”, dijo Rivera al explicar su nueva posición, que implica por primera vez la posibilidad de pasar de la abstención al sí a Rajoy.

“Hemos llegado a la conclusión de que algo más sí podemos hacer. ¿Se puede poner en marcha este país? Sí, si hay una apuesta por la regeneración y contra la corrupción”, subrayó.

Antes de la presentación de Rivera, el vicesecretario sectorial del PP, Javier Maroto, aseguró que Rajoy estaba dispuesto a ofrecer a Ciudadanos una negociación sobre todos los temas con el objetivo de lograr que pasen de la abstención al voto afirmativo. “No decimos no a nada”, dijo Maroto en una entrevista de radio Cope.

En la primera reunión, Rivera se comprometió a la apertura de un diálogo directo con Rajoy sobre temas de gobernabilidad como la aprobación de los Presupuestos del Estado, el techo de gasto y la senda del déficit, pero ratificó que Ciudadanos se abstendría en la votación de investidura del líder conservador. En los últimos días, el partido centrista insistió en que no negociaría un cambio de posición al respecto, ya que el “Sí” de los 32 diputados de Ciudadanos no garantiza la reelección de Rajoy, quien con 137 diputados necesita la abstención del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), con 85 bancas, para alcanzar la mayoría simple de un Parlamento con 350 escaños. En el PP, sin embargo, esperan a que el voto afirmativo de Ciudadanos posibilite la abstención de los socialistas, que se mantienen firme en el “no” a Rajoy, y de ahí que estén dispuestos a hacer concesiones.

Tras el encuentro con Rajoy, según explicó Rivera a la prensa, la respuesta del líder del PP fue que someterá a votación del Comité Ejecutivo de su partido las condiciones para iniciar una negociación que pueda desembocar en el apoyo a la investidura. El mandatario dijo que las seis medidas serán estudiadas con detalle porque implican reformas constitucionales que tendrían que ser apoyadas por otros grupos, en especial el socialista, que reitera su rechazo a su reelección al frente del Ejecutivo.

En el caso de la reforma de la Ley Electoral, Ciudadanos busca que sea más proporcional que la actual en la asignación de escaños, ya que beneficia a los partidos nacionalistas de las regiones y perjudica a los de ámbito nacional menos votados, como es el caso de los liberales. En cuanto a la limitación de mandatos, Rajoy ya tuvo uno, por lo que aceptar la propuesta de Ciudadanos supondría poner fecha a su salida de la política.

Una comisión parlamentaria de investigación podría ser una caja de resonancia contra el PP, que al carecer de mayoría en el Congreso no podría paralizar algunas iniciativas en ese sentido, en un momento en el que el partido aparece envuelto en varios casos judiciales de corrupción. En los próximos meses habrá juicios importantes, como el que tiene al PP como imputado por haber hecho obras en su sede central con pagos en negro, así como el proceso a su ex tesorero Luis Bárcenas, acusado de corrupción y quien en su momento dijo tener pruebas de pagos no declarados a varios dirigentes de la formación de centroderecha.

Por su parte, la secretaria de Programas y Estudios del PSOE, Maritxell Batet, reiteró en declaraciones al canal Telecinco que su partido se mantiene firme en el “No” a Rajoy por profundas convicciones. Sin embargo, admitió que la renuncia del mandatario sería un acto de generosidad que respondería a un momento excepcional, aunque, aclaró, no variaría la posición del PSOE.