El predicador islamista Fethullah Gülen, exiliado en Estados Unidos, dijo tener “certeza” de que la intentona golpista del pasado 15 de julio en Turquía fue planeada por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien además se está aprovechando de ese golpe fallido “para reforzarse”.

“Con todas las pruebas salidas a la luz, que él (Erdogan) haya planeado el golpe se ha convertido en una certeza”, afirmó Gülen en una entrevista de la prensa española difundida ayer.

El clérigo de 75 años, dueño de una amplia red de medios, escuelas y empresas, que desde 1999 vive autoexiliado en Pensilvania (Estados Unidos), explica que “antes lo veía como una posibilidad”, pero que “en días recientes” se ha convencido de que la planificación de Erdogan es “una certeza”.

Erdogan, por su parte, acusa a Gülen de estar detrás del golpe y, y Turquía pidió a Estados Unidos formalmente su extradición. “Si me acusan de algo, deberían ser ellos quienes lo demostrasen”, responde el clérigo a esas acusaciones.

Gülen es el fundador de una cofradía que hasta hace apenas tres años era una estrecha aliada del gobierno turco, pero a partir de entonces Erdogan lo considera el principal enemigo del Estado y, tras el intento golpista, ha depurado de sus puestos a decenas de miles de funcionarios seguidores del predicador.

En la entrevista, Gulen asegura que, aunque siempre desconfió de Erdogan y sus aliados –”eran intolerantes desde el principio”–, él apoyó en todo momento a los líderes que prometen “mejorar la democracia, los derechos humanos y las libertades en Turquía”.

Gülen es partidario del ingreso turco en la Unión Europea (UE), pues “consolidará la democracia turca y evitará futuros golpes militares o el gobierno de un solo hombre que busca Erdogan”.

Preguntado sobre si Erdogan debe dimitir, Gülen se mostró cauto en el reportaje y afirmó que “corresponde al pueblo turco mantenerlo o forzar su marcha con sus votos”, aunque compara la Alemania de entreguerras con la situación actual de Turquía.

Gülen pide que la UE, Washington y la OTAN presionen a Erdogan para que regrese a la democracia, incluso con sanciones, e insta a que se lleve a cabo una investigación internacional sobre el intento golpista, que dejó 283 muertos y más de 2000 heridos. Cuando fracasó el putch, el gobierno de Erdogan produjo masivas purgas en todos los ámbitos de la administración (la educación, el Poder Judicial y las fuerzas armadas y de seguridad fueron especialmente alcanzadas). Decenas de miles de personas fueron encarceladas o despedidas por estar acusadas de complicidad con los golpistas. El gobierno turco amenazó también con reinstaurar la pena de muerte, aunque abandonó la idea por las fuertes críticas de la comunidad internacional.

“Si tal investigación concluye sólo una décima parte de lo que Erdogan sostiene, me compro mi pasaje y voy a Turquía”, asegura, aunque no ve ninguna posibilidad de un juicio justo en su país “mientras la tiranía del señor Erdogan continúe”.