EL MUNDO
La Italia que el terror logró unir
Berlusconi y la oposición (contraria a la guerra) se juntaron para avanzar en la liberación de las rehenes en Irak.
Por Vanessa Lerin y Ramón Lobo*
Desde Milán y Bagdad
La consecuencia política del secuestro de las dos voluntarias italianas ha sido la unidad del gobierno y la oposición. Ayer por la mañana se celebró una reunión sin precedentes entre las dos fuerzas del poder político en la que se reafirmó la voluntad de salvar a las dos mujeres. La oposición ofreció su mayor disponibilidad para colaborar con el gobierno, aunque confirmó su contrariedad ante la intervención en Irak. Un grupo hasta ahora desconocido que se hace llamar Ansar al Zawahiri reclamó ayer, a través de una web islamista, la responsabilidad del secuestro de las italianas Simona Pari y Simona Torretta y de dos iraquíes, uno de ellos mujer que dirige la ONG italiana InterSos en Irak.
La unidad de Italia ha sido el concepto más repetido por todos los partidos políticos. La reunión duró una hora y reinó el “clima constructivo”, según Clemente Mastella, líder de Udeur. Unas horas antes de esta reunión se reivindicó el secuestro en un fórum de la página IslamicMinbar. com. Esta reivindicación no se consideró verídica. Además, en las últimas horas de ayer se tuvo noticia de que el lazo europeo de Osama Bin Laden había afirmado que las dos italianas habían sido secuestradas por Al Qaida. Silvio Berlusconi declaró en el encuentro, que tuvo lugar en Palazzo Chigi, que se sentía “aterrado” por el secuestro de las dos mujeres y extremamente “preocupado por el aumento de la violencia en Irak”. Berlusconi manifestó su incredulidad porque “el Corán prohíbe cualquier tipo de violencia sobre las mujeres: para el Islam la mujer es sagrada”, afirmó.
También el Papa, en una peculiar audiencia general de ayer en la que recordó a los niños asesinados en Beslán, hizo una apelación por todos los prisioneros en Irak y pidió que las dos jóvenes “sean tratadas con respeto y devueltas pronto y sanas al afecto de sus familiares”. Por su parte, la población italiana se ha volcado en las manifestaciones de apoyo a las voluntarias y a sus familiares y amigos, aunque todavía no se ha aclarado muy bien si las dos jóvenes eran un objetivo de los secuestradores o, por el contrario, el secuestro ha sido una nefasta casualidad. Esta duda nace de la rápida y organizada ejecución del secuestro de los cuatro voluntarios, que se produjo en tan sólo cinco minutos.
Las ciudades de las secuestradas, Rimini y Roma, ya han organizado diversas muestras de apoyo. En el barrio Cinecittà en Roma, donde reside Simona Torretta, el Comité de la Paz del municipio puso un cartel en el que se leía “Basta de guerra. Basta de terror”. Además, unas 150.000 personas se reunieron delante de Palazzo Chigi durante el gabinete de crisis que se celebró al conocerse el secuestro. Ayer la cita fue delante de la sede romana de la ONG Un puente por...
En Rimini, ciudad de Simona Pari, se ha organizado para esta noche una marcha de antorchas hasta la plaza principal y además el Ayuntamiento, la provincia y la región han pedido que todos los habitantes de Rimini coloquen una vela en sus ventanas como signo de solidaridad con las familias de la prisioneras. Nápoles, Catania, Bolonia o Milano, entre otras muchas ciudades italianas, también han manifestado su indignación por el secuestro de estas dos voluntarias. El padre de Simona Pari lanzó un mensaje a los secuestradores: “Escuchen lo que Simona tiene que decir y entenderán cuál es el trabajo que realiza en Irak y qué tipo de persona es”. Por otra parte, se publicó en una página web la foto del cuerpo sin vida del reportero Enzo Baldoni, asesinado el 26 de agosto.
El coordinador de las ONG que trabajan en Irak, Jean Dominque Bunel, aseguró a la agencia AFP que 50 personas de otras tantas organizaciones podrían salir del país en los próximos días. “Hemos tenido una reunión y la mayoría está a favor de la retirada y algunas ya se han ido estamañana. Otras esperan un sitio en los aviones para volar a Ammán”, dijo Bunel. “No hay motivo para seguir en donde no se puede trabajar”, añadió.
En la web islamista donde los secuestradores reclamaron ayer la responsabilidad aseguran que “este es el primer golpe a Italia”. La frase, un tanto preocupante para la suerte de las cooperantes, hace referencia a las recientes amenazas de Al Qaida y de otros grupos afines de atentar en Italia si el gobierno de Berlusconi no ordenaba la salida inmediata de los 2700 soldados y carabineros estacionados en Nasiriya. Por otra parte, el llamado Ejército del Islam de Irak, que mantiene secuestrados a los periodistas franceses Christian Chesnot y Georges Malbrunot, negó en un comunicado haber exigido cinco millones de dólares por su libertad y sostienen que en los próximos días anunciarán la decisión final sobre su suerte.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.