EL MUNDO › LAS PRIMERAS ELECCIONES TRAS LA GUERRA DEL GAS
Bolivia, modelo político para armar
El mapa político boliviano se reconfiguraba a favor de los
candidatos independientes y la izquierda, según los primeros
resultados de los comicios municipales celebrados ayer.
El mapa político boliviano se reconfiguraba ayer a favor de los independientes, la izquierda –en detrimento de los partidos tradicionales– y las formaciones indigenistas. En las primeras elecciones municipales posteriores a la “guerra del gas”, los independientes se perfilaban como ganadores al conquistar las alcaldías de las ciudades de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y El Alto, según los primeros resultados de sondeos de bocas de urna.
En una jornada de elecciones con un gran nivel de abstención en las ciudades y alta participación en las regiones con mayoría indígena, los sondeos de boca de urna le daban la victoria a una serie de candidatos al margen de los partidos políticos tradicionales. Seis candidatos de las diez principales ciudades bolivianas mantenían firmes sus posibilidades de reelección, entre ellos el centroizquierdista Juan del Granado con su Movimiento sin Miedo se perfilaba como seguro ganador en La Paz. En la importante plaza de El Alto, el ex social-demócrata José Luis Paredes, ahora integrante de una agrupación ciudadana, se alzaba con el triunfo, al igual que los candidatos centroizquierdistas en Potosí (sur) y Sucre (sudeste). En Santa Cruz, motor del desarrollo boliviano, la lucha se libraba entre dos candidatos de agrupaciones ciudadanas, ex militantes de partidos tradicionales. En Cochabamba (centro), el escritor socialista Gonzalo Lema pisaba los talones a Gonzalo Terceros, que busca la reelección apoyado en una organización ciudadana.
Las candidaturas de personajes de agrupaciones ciudadanas y pueblos indígenas al margen de los partidos configuran un nuevo escenario “después de la crisis”, según el presidente Carlos Mesa. Luego de las sangrientas jornadas de octubre de 2003, cuando una rebelión popular expulsó del poder al ex presidente liberal Gonzalo Sánchez de Lozada y a las tres fuerzas políticas que lo sustentaban, la población consideró sepultados a los partidos. Sin embargo, “no podremos construir democracia sin partidos y sin sistema político sólido y fuerte y, parte de esta fundamental responsabilidad comienza en este proceso electoral municipal”, recomendó el mandatario al inaugurar la consulta popular.
El nuevo mapa político podría beneficiar además al presidente Mesa, quien gobierna sin partido ni representación parlamentaria, porque “cada vez que se produce una elección, lo que sucede en términos sociológicos es que se renueva la legitimidad”, según dijo el sociólogo Ricardo Paz, responsable de organizar la asamblea constituyente.
En la sureña Tarija, capital del departamento que contiene la riqueza gasera boliviana, el social-demócrata Oscar Montes se aseguró la reelección con 50 por ciento de los sufragios. Los municipios amazónicos de Cobija y Trinidad, en el norte y nordeste del país, se confirmaron aún como reductos de los conservadores del extinto ex dictador y ex presidente constitucional Hugo Banzer y del depuesto Lozada, respectivamente. El candidato de los conservadores Paulo Bravo acaparó el 40 por ciento de los sufragios en Cobija y el ex militar Moisés Shiriqui el mismo porcentaje en Trinidad. Los candidatos del centroizquierdista Movimiento Bolivia Libre ganaron, según los resultados preliminares, en las ciudades de Sucre y Potosí y el municipio andino de Oruro quedó bajo el control de una fuerza republicana.
Cerca de 4,5 millones de bolivianos fueron convocados para elegir a los alcaldes de 327 municipios, en una jornada en la que al menos 62 pueblos indígenas podían elegir ayer por primera vez a sus autoridades oficiales entre postulantes de sus propias organizaciones políticas, en el marco de la octava elección municipal desde que fue restaurada la democracia boliviana en 1982. El presidente de la Corte Nacional Electoral (CNE), Oscar Hassenteuffel, destacó la presencia de “elementos nuevos y enriquecedores” –el plazo para dar cuenta de los resultados es fin de mes–. Por otro lado, el líder cocalero Evo Morales, cuyo partido Movimiento Al Socialismo (MAS) saldría fortalecido en todo el país,denunció la posibilidad de un golpe de Estado. Los rumores fueron descalificados por el gobierno.