EL MUNDO › EL GOBIERNO NO PARTICIPA DE LA CUMBRE SOCIAL DE HOY
Mesa responde con su ley
El presidente de Bolivia, ratificado en el cargo, defendió el proyecto de ley de hidrocarburos, al que se opone el MAS, por las regalías.
Por Pablo Stefanoni
Desde La Paz
“He puesto en juego mi cargo para defender una ley de hidrocarburos en la que yo creo”, sentenció anoche el presidente boliviano, Carlos Mesa, en el marco del programa El presidente responde, iniciando así una semana que promete ser decisiva en su pulseada con los movimientos sociales que reclaman un aumento de las regalías al 50 por ciento. En un escenario aún incierto –en el que cada sector busca posicionarse para la versión boliviana de la “madre de todas las batallas”– se inició la cuenta regresiva de la “cumbre social” convocada para hoy. A través de un comunicado, el gobierno dijo que no concurrirá.
A las tres de la tarde se reunirán en Cochabamba diferentes sectores sociales bajo el auspicio de la Defensoría del Pueblo y la Asamblea de Derechos Humanos con el objetivo de lograr un acercamiento en relación con el porcentaje de regalías e impuestos que deberán pagar las empresas petroleras afincadas en el país, eje del actual conflicto político y social. Sin embargo, los pronósticos son reservados en cuanto a la posibilidad de llegar a un acuerdo y, significativamente, Mesa no mencionó a la cumbre en su discurso.
Los sectores “radicales”, agrupados en el “pacto antioligárquico”, resolvieron el día viernes en un ampliado de emergencia de la Central Obrera Boliviana (COB), un paro general movilizado de 48 horas a iniciarse mañana. Entretanto, el gobierno ha repetido que sigue abierto al diálogo, pero “hará cumplir la ley”, en línea con la “mano justa” prometida por el presidente Mesa en su discurso del pasado miércoles.
El diputado del MAS, Manuel Morales Dávila, aseguró que su partido apoya el paro de 48 horas. “El MAS es el primero que ha luchado por la recuperación de los hidrocarburos y vamos a seguir luchando hasta la muerte”, dijo con el lenguaje maximalista que tanto atrae a los sectores sociales andinos. “No cederemos, el 50 por ciento de regalías es innegociable”, repitió Evo Morales ante una consulta telefónica de Página/12 sobre la posición que llevará su partido al encuentro de hoy.
Nadie espera demasiado de este intento de conciliar posiciones, ni siquiera se sabe quiénes participarán, a ciencia cierta, en la cumbre. Los empresarios privados terminarán de definir hoy si concurrirán, al igual que los partidos firmantes del flamante pacto de gobernabilidad (MNR, NFR, MIR); por su parte, Morales confirmó su asistencia con la condición de que “el gobierno no desbloquee los caminos”. Para terminar de complicar el panorama, el fin de semana surgió una propuesta oficial para que las petroleras participen del encuentro, lo cual fue rechazado por varios legisladores, quienes, a su vez, admitieron la posibilidad de que se postergue la sesión de Diputados que mañana martes deberá completar la aprobación de la ley de hidrocarburos.
En su intervención de anoche –en la que respondió preguntas de los televidentes–, el mandatario asoció el futuro democrático del país a la aprobación de una ley de hidrocarburos “viable”, y trató de refutar a quienes afirman que “el presidente se está derechizando”. “El referéndum (del 18 de julio) convocado por mi gobierno desplazó el centro más a la iz-quierda de lo que estaba antes y cambió ideológicamente a Bolivia”, afirmó en línea con declaraciones previas en las que indicó que se ubica en “la izquierda del centro”. Con tono pedagógico, repitió su argumento de que “el elemento fundamental es el respeto a los contratos” y que su violación provocaría “el bloqueo de la cooperación internacional” vital para el país. “El proyecto del MAS es hermoso para Bolivia, pero yo tengo que ser realista”, remató.
El comandante nacional de la policía boliviana, David Aramayo, advirtió que sus fuerzas temen proceder a un eventual desbloqueo de rutas en el Chapare, donde los campesinos están en pie de guerra, organizados por turnos e impidiendo el tránsito entre Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra. En esta región se reportaron diversas movilizaciones de efectivos policiales y frecuentes sobrevuelos de helicópteros militares, lo que puso en alerta a los sindicatos campesinos.