Jorge Batlle anunció anteayer un plan de ajuste justificándose en la crisis argentina, pero el paquete anunciado corre el riesgo de crearle una crisis parecida en Uruguay. Después del cacerolazo del domingo, ayer fueron los círculos empresariales y políticos los que manifestaron su rechazo a las medidas de ajuste y a un virtual impuestazo. El presidente no satisfizo a nadie: tanto el Frente Amplio como Nuevo Espacio, ambos de la oposición, cuestionaron que el presidente no anunciara medidas para la reactivación productiva y contra el desempleo, mientras los empresarios protestaban por los impuestos y por la falta de medidas suficientemente neoliberales.
Battle dijo que algunas de sus propuestas se plasmarán en una ley de urgencia que enviará esta semana al Parlamento, y algunas en una posible reforma constitucional. Las principales medidas anunciadas son: el aumento del impuesto a los sueldos y a las jubilaciones en las franjas de ingresos más altos; aplicación del IVA al agua y al transporte (lo que subiría el boleto de colectivo en 1,50 pesos). Con estos anuncios se apunta a reducir el gasto del Estado, aumentar sus ingresos y consolidar el sistema financiero. “El gobierno tiene que escuchar los planteos de la oposición flexibilizando sus posturas –hoy muy cerradas en lo que se refiere a arriesgar más en apoyo de la reactivación productiva– y, además, procurando evitar lo que hasta ahora ha sido una acción errática y, frecuentemente, imprevisible”, afirmó el senador por el Frente Amplio, Danilo Astori, al diario El País.
El gobernante Partido Colorado se mostró alineado con la política de Battle, así como el sector lacallista del Partido Nacional (los blancos). Pero los sectores empresariales también respondieron a los anuncios: “Ninguna empresa está en condiciones de pagar más impuestos”, advirtió el presidente de la Cámara de Industrias, Diego Balestas, al diario El Observador, de Montevideo. El presidente de la Cámara Mercantil, Christian Bolz, afirmó ayer que el aumento de Impuesto de Rentas Personales (IRP) “no debe aplicarse al sector privado”, y añadió que el aumento del Impuesto de Renta de Industria y Comercio (IRIC) “sería de escasa relevancia porque las empresas uruguayas no están ganando plata”.
El descontento ante la política que está tomando el gobierno ya se había hecho sentir el 16 de abril cuando miles de personas salieron a las calles a manifestarse. Entonces participaron todos los sectores con excepción de las tres cámaras más grandes: la de la industria, el comercio y la producción. Pero para estos sectores, las medidas anunciadas por Battle anteayer tampoco son favorables.