EL MUNDO › HABLA SAMUEL DORIA MEDINA, CANDIDATO EMPRESARIO EN BOLIVIA
“No es cosa de ponchos o polleras”
Samuel Doria Medina es el candidato del centroderecha en Bolivia. También, por ser empresario, es lo más parecido que existe a Mauricio Macri en el Altiplano. Aquí, sus dichos ante Página/12.
Por Pablo Stefanoni
Desde La Paz
Samuel Doria Medina es el “barón del cemento” en Bolivia; su empresa declara ingresos por 56 millones de dólares anuales. “Estoy orgulloso de invertir en mi país, de haber tenido éxito y demostrar que en Bolivia se puede ser competitivo”, dice el empresario y candidato presidencial. En medio de la crisis de los partidos, Doria Medina abandonó el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR, que perdió cualquier referencia a sus orígenes izquierdistas) y fundó el Frente de Unidad Nacional. Su compañero de fórmula es el médico Carlos Dadboub, jefe autonomista cruceño. Hoy las encuestas lo ubican entre los tres primeros en la carrera presidencial. Esto le dijo a Página/12:
–En los años ’90 estaba la idea de que el candidato a vicepresidente debía ser un indígena, ¿ahora la moda es elegir a alguien de Santa Cruz de la Sierra?
–Hoy una de las principales preocupaciones es lograr una visión nacional, resolver el problema de la unidad nacional. Esta polarización oriente-occidente tiene que ver con un cambio estructural que se está produciendo en la economía boliviana. Con la crisis del estaño se empieza a sustituir exportaciones por las de soja, pero cuando se encuentra gas en esa zona del oriente y sur del país ya no queda duda que el centro económico de Bolivia está allá.
–Y además de éstos, ¿qué otros factores contribuyeron al ahondamiento de la brecha entre oriente y occidente?
–Mucha gente en occidente no tiene claro lo que está pasando en Santa Cruz. Algunos piensan que el tema de las autonomías es un tema de cuatro oligarcas o terratenientes. Y también en el oriente hay cierta incomprensión de lo que pasa en el occidente. (El ex presidente) Carlos Mesa exacerbó esta división porque excluyó a Santa Cruz; yo escuché a gente de su entorno decir: “Ahora los cambas (cruceños), si quieren entrar al Palacio tienen que pedir audiencia” como si fuera un logro.
–¿Usted ve a las elites cruceñas con vocación nacional o atrincheradas en lo local?
–Yo veo a los sectores productivos cruceños con una visión nacional, pero así como tenemos radicales en el occidente, también hay radicales en el oriente.
–Algunos hablan de dos visiones de país.
–Sin duda, hay diferencias. Por ejemplo, para mí el dato más impactante de esta falta de entendimiento es que en Santa Cruz, de acuerdo con el último censo, la pobreza es del 38 por ciento frente al 56 por ciento nacional. Y los indicadores de desarrollo humano cruceños están por encima del promedio latinoamericano. Un millón de personas se ha ido al oriente “votando con los pies”. El tema es que Santa Cruz ha resuelto bien su relación con la inversión extranjera.
–¿Se puede pensar en trasladar este modelo de desarrollo a todo el país?
–Si queremos salir de la pobreza, tenemos que resolver adecuadamente la relación con la inversión extranjera.
–Algunos sostienen que, en este contexto de renovación, el nuevo presidente tiene que ser un indígena.
–Creo que es una visión equivocada. No creo que sea cuestión de poner una persona de poncho o pollera, la solución es llevar adelante cambios en la economía.
–¿Samuel Doria Medina es el hombre más rico de Bolivia?
–Yo estoy orgulloso de invertir en mi país, de haber tenido éxito y demostrar que en Bolivia se puede ser competitivo.
–Algunos asesores de Jorge “Tuto” Quiroga (en una competencia por ocupar el centro) lo asocian a la derecha empresarial.
–Parece que están muy preocupados. Yo quiero que haya cambios importantes en este país, respecto del rol del Estado, de las autonomías. Por lo tanto me ubico en un centro popular. En cambio, Tuto Quiroga y su gente son la derecha y no porque lo diga yo; así lo percibe la población, ellos no quieren cambiar.
–¿Por qué Tuto Quiroga estaría a su derecha?
–Para comenzar, proviene de la línea del general Banzer. El no tenía vergüenza de decir que era de derecha, pero la de Tuto es una derecha vergonzante. Está claramente desfasado de este momento político, es presidente de la internacional conservadora (la Unión de Partidos Latinoamericanos) e incluso hizo campaña por el partido Arena (Alianza Republicana Nacionalista, de ultraderecha) en El Salvador. Por otro lado, el modelo de Evo es lo que hace Chávez. Yo creo que lo más adecuado es un centroizquierda en la línea de Lula.
–Sin embargo, usted perteneció al MIR, que se alió con el general Banzer.
–El MIR es socialdemócrata e hizo alianzas en su momento con el Partido Comunista, en su momento con ADN (Acción Democrática Nacionalista, de Banzer) y últimamente se le fue la mano en su alianza con Sánchez de Lozada. El MIR pasó a mejor vida.
–¿Cuál es su patrimonio actual?
–Tengo el 14 por ciento de la empresa dueña de la Sociedad Boliviana de Cemento, es una empresa donde están todos los miembros de mi familia. No puedo decirle exactamente mi patrimonio, pero sí, son varios millones de dólares. No tengo vergüenza de decir que me ha ido bien y que es una empresa eficiente. Todo lo que gané lo reinvertí en el país, no lo envié a Miami.
–¿Mantiene lo de bloquear a Evo Morales?
–Sí, lo mantengo en el sentido de bloquear a Evo democráticamente, con el voto...
–¿Es partidario de un Tratado de Libre Comercio con EE.UU.?
–En relación con ese tema creemos que lo que ha planteado el presidente Lula es lo adecuado: un ALCA light. Se debe avanzar en los sectores donde haya reglas claras. En la agricultura, donde hay subsidios, el TLC no puede entrar.