Siempre se vuelve al primer amor. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lo confirmó ayer, al concurrir a la primera jornada del “13º Encuentro Nacional” de su Partido de los Trabajadores (PT), de cuyas reuniones se había distanciado luego de la profunda crisis que vivió el partido debido a acusaciones de corrupción. Lula fue recibido con aplausos, y los dirigentes nacionales del partido lo aclamaron como su candidato para las elecciones de octubre. El encuentro, que comenzó ayer y se prolongará hasta mañana para trazar la estrategia electoral, mostró al partido como un bloque unánime a favor de la reelección de Lula para el período 2007-2011, aunque el propio presidente no declaró abiertamente su intención de disputar los comicios. Por el contrario, fuentes partidarias confirmaron que postergará el anuncio oficial lo máximo posible. Según los documentos que discutirá el PT en el encuentro, el partido enfocará su campaña en destacar los logros sociales del gobierno de Lula, la lucha contra la pobreza, la recuperación del salario mínimo y la estabilidad económica. “El PT fue blanco de las críticas de mucha gente, pero es uno de los responsables del éxito de este gobierno”, afirmó el mandatario.