EL MUNDO
Si no renuncian, los secuestran
A las renuncias de funcionarios por las amenazas de las FARC, ayer se sumó el secuestro de un alcalde del norte de Colombia.
Las amenazas y las concreciones de las amenazas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) parecen valer más que todos los dispositivos de seguridad del gobierno saliente de Andrés Pastrana. Luego de la renuncia, el sábado, de cuatro alcaldes, 13 concejales y 18 diputados en distintos departamentos del país, ayer se supo que el alcalde de la localidad norteña de San Juan del César, Salomón Vergara, fue secuestrado el jueves, presuntamente por las FARC. Por otro lado, las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) confirmaron que un grupo similar a ellos, casi una sucursal, se encuentra funcionando en Venezuela, y el diario venezolano El Nacional confirmó ayer que el grupo ya hizo su primera amenaza de muerte a una diputada oficialista. El presidente electo Alvaro Uribe, que asumirá en poco más de un mes, viajó a Europa luego de entrevistarse con el ex presidente norteamericano Bill Clinton.
Los alcaldes renunciantes ya suman 80, y muchos ya gobiernan desde fuera de sus localidades. La esposa de Vergara, Betty Daza, informó a las autoridades militares que, tras recibir una llamada telefónica la noche del sábado, tenía la certeza de que su marido estaba retenido “por un grupo guerrillero que le había pedido la renuncia”. Ese día, el gobernador del departamento de Cauca (sudoeste), Floro Tunubalá, informó que un total de 18 diputados de la Asamblea de esa región le presentó sus renuncias. Mientras la situación se agudiza, el ministro del Interior, Armando Estrada, insistió ayer en pedir “valor y coraje” a los funcionarios de los gobiernos locales para mantenerse en sus puestos. Por su parte, el jefe del Ejército, general Jorge Mora, dijo confiar que con las millonarias recompensas ofrecidas por Pastrana serán los mismos insurgentes quienes delatarán a sus jefes.
El derrame del conflicto colombiano sobre los países limítrofes se está dando de un modo distinto al de mareas de desplazados cruzando la frontera. Quienes las cruzan ahora son los grupos paramilitares, y más concretamente hacia Venezuela, donde el presidente Hugo Chávez no ha ocultado sus simpatías y algunos contactos con las FARC. El líder de las AUC, Carlos Castaño, admitió en una entrevista publicada ayer por el diario colombiano El Tiempo que su grupo mantiene contactos con las Autodefensas Unidas de Venezuela (AUV). “Si Chávez no le cierra las puertas a la guerrilla, surgirá la autodefensa, porque la gente se defiende cuando el Estado no lo hace”, advirtió el líder paramilitar.
En un comunicado divulgado por el diario venezolano El Nacional, las AUV declararon “objetivo militar” a la diputada Iris Varela, del Movimiento V República (MVR) que lidera Chávez. Las AUV también amenazaron a grupos civiles progubernamentales.
Ante este agravamiento de la situación en toda la región del norte de América del Sur y la inminente asunción de un “mano dura” como Alvaro Uribe, el jefe de la Oficina de Asuntos Andinos de Estados Unidos, Phil Chicola, descartó que Washington vaya a intervenir directamente en Colombia, y aseguró que en su país no le temen a las reacciones de los grupos terroristas, en declaraciones publicadas ayer por el semanario colombiano El Espectador. Luego de su gira hace dos semanas por Estados Unidos, Uribe inició ayer un viaje por España y Francia, tratando de suavizar el perfil ante la Unión Europea, aportante, junto a Estados Unidos, del Plan Colombia para financiar el combate a las guerrillas y el narcotráfico. Se supone que luego de esta gira, a mediados de julio e inmediatamente antes de su asunción, viajará a Gran Bretaña. Desde su triunfo en las elecciones presidenciales de mayo, Uribe insistió en una mediación internacional, especialmente de la ONU, en un nuevo proceso de paz con las guerrillas y quizá también con los paramilitares.