EL MUNDO › DURO ATAQUE ISRAELI CONTRA EL LIDER DE HAMAS

Calma y tormenta en Medio Oriente

El día había comenzado así en Medio Oriente: el canciller israelí Shimon Peres anunciaba el pronto pago de ingresos por impuestos a los palestinos y el retiro futuro de Israel de Hebrón, Nablus y Jericó, se reabrían las oficinas de la universidad palestina Al Quds en Jerusalén Oriental y el jefe de Hamas, jeque Ahmed Yassin, declaraba que su organización estaría dispuesta a poner fin a los atentados suicidas en Israel bajo ciertas circunstancias. Por la noche, aviones F-16 israelíes lanzaron un importante ataque aéreo en la ciudad de Gaza, matando a 11 palestinos y dejando a otros 140 heridos. El objetivo, según reconoció un portavoz militar israelí, era el líder del brazo militar de Hamas, Sala Shehade, quien fue dado por muerto pero podría estar con vida.
Según testigos, los misiles lanzados por un F-16 israelí destruyeron o dañaron cinco casas de dos y tres plantas en las que residían decenas de familias, y un hangar. El ataque nocturno se produjo en un céntrico barrio popular de Gaza. Shehade, de 50 años, jefe de las Brigadas Ezzedin al Qassam, brazo armado de Hamas, responsables de numerosos ataques y atentados contra Israel, fue anunciado como muerto en un primer momento, pero Hamas declaró que estaba con vida. El 30 de junio, el ejército israelí asesinó en Nablus (norte de Cisjordania) al jefe de las Brigadas Ezzedin al Qassam en la región, Muhannad Taher.
La Autoridad Palestina afirmó en un comunicado que ese ataque es “un duro golpe contra los esfuerzos internacionales que intentan obtener una retirada israelí y un regreso a la mesa de negociaciones”. El ministro de Información palestino, Yasser Abed Rabbo, calificó el ataque israelí de “crimen de guerra que pretende sabotear todos los esfuerzos para devolver la estabilidad a la región” y responsabilizó a los norteamericanos “en la medida en que los israelíes usaron un F-16 de fabricación norteamericana para llevar a cabo este ataque criminal”. El principal asesor del líder palestino Yasser Arafat, Nabil Abú Rudeina, afirmó por su parte que la Autoridad Palestina apelará al Consejo de Seguridad de la ONU en un plazo de 24 horas. No se conocen al momento reacciones oficiales israelíes al hecho.
Por otra parte, el premier israelí Ariel Sharon ordenó a la policía expulsar desde hoy a 50.000 trabajadores inmigrantes ilegales, según informó ayer la radio pública israelí. La orden, transmitida al jefe de la policía Shlomo Aharonishki, intervino tras un informe que reveló el aumento de la entrada de ilegales en Israel, mientras también crece el desempleo que afecta actualmente a 10,6 por ciento de la población activa israelí. El número total de inmigrantes clandestinos está estimado entre 150.000 y 200.000 personas, oriundas del este de Europa, Africa y Asia.

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