EL MUNDO › LOS ESTUDIANTES ISLAMICOS RESISTEN LAS BOMBAS DEL EJERCITO PAQUISTANI

Sigue el aguante de la Mezquita Roja

El ejército bombardea a los estudiantes atrincherados. El presidente se salva de un atentado y crece la violencia en el país. Mientras tanto, el líder de los jóvenes islámicos de la Mezquita Roja dice que no se van y que prefiere el martirio a la rendición.

Tras fuertes enfrentamientos que durante la semana habrían causado más de 30 muertes, los estudiantes atrincherados en la Mezquita Roja de Islamabad continúan resistiendo los embates del ejército paquistaní. Ayer tropas del gobierno tomaron control de uno de los seminarios de la mezquita. “La policía irrumpió en Yamia Faridia, arrestó a una docena de estudiantes y los llevó a un lugar desconocido”, afirmó un alto oficial de seguridad. El asalto se produjo después de que el presidente, Pervez Musharraf, escapara de un ataque de presuntos extremistas islámicos contra su avión.

A pesar de la creciente presión de las fuerzas militares, que en las últimas horas atacaron con morteros y explosivos, un líder de los estudiantes coránicos anunció que lucharían hasta la muerte. “Nunca nos entregaremos. Aceptaremos el martirio, pero no la rendición”, declaró por teléfono desde el complejo sitiado Abdul Rashid Ghazi, subadministrador de la Mezquita Roja.

Por la tarde, dos fuertes explosiones habían demolido una de las escuelas coránicas ocupadas, informaron testigos y medios locales. “La fachada de Jamia Hafsa (una de las dos madrazas ocupadas) está cubierta de humo y polvo”, dijo un testigo. Los jefes de las tropas aseguraron que se usaron explosiones controladas para hacer un agujero en el edificio para que pudieran escapar algunas estudiantes retenidas por la fuerza por los extremistas, que supuestamente las utilizan como escudos humanos.

En los cuatro días de enfrentamientos han muerto ya oficialmente 19 personas, pero testigos y fuentes independientes afirman que la cifra real es mucho más elevada. La administración de la mezquita asegura que en el ataque de mortero de ayer a la madrugada murieron al menos 30 estudiantes mujeres.

Miles de radicales talibanizados han ido convirtiendo desde enero pasado la mezquita en un fortín. Desde allí se han organizado secuestros de ciudadanos “impíos” y se ha conminado al gobierno para que cierre prostíbulos y tiendas de música occidental. El martes, tras enfrentamientos callejeros con la policía, cerca de 2000 estudiantes se atrincheraron en la mezquita y comenzó el sitio del ejército que habría terminado ayer con un asalto militar.

Por otro lado, el presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, escapó ayer por poco a un ataque de presuntos extremistas islámicos contra su avión, informaron medios locales. El fuego antiaéreo, que no dio en el blanco, se realizó desde una casa cercana a la base aérea de Chaklala en Rawalpindi, cuando la aeronave del presidente despegaba para viajar a la ciudad sureña de Turbat, en Balochistan, afectada por fuertes inundaciones.

La policía encontró dos armas antiaéreas colocadas en el tejado de la vivienda. “Una de ellas era de alto calibre y sofisticada, similar a la que usa el ejército”, señaló una fuente de seguridad. Ayer no quedaba claro si el atentado guardaba alguna relación con los enfrentamientos en la Mezquita Roja.

En otro hecho posiblemente relacionado con la toma de la mezquita, al menos cuatro soldados paquistaníes murieron ayer en la provincia Frontera Noroeste a causa de un atentado, al parecer perpetrado por milicianos que apoyan a los estudiantes islámicos atrincherados. Los soldados habían sido enviados a la zona después de que un clérigo radical local de la organización proscripta Nifaz Shariat I Mohammed anunciara su apoyo a los estudiantes de las madrazas. El clérigo había amenazado con llevar a cabo atentados contras las fuerzas de seguridad paquistaníes si el sitio de la mezquita no finalizaba de inmediato.

La toma de la mezquita y el ataque a Musharraf demuestran la debilidad del presidente paquistaní. El general-presidente pretende modificar la Constitución para mantener su doble condición, razón por la cual se ha enfrentado con la Corte Suprema, gatillando protestas callejeras masivas. Tras casi ocho años de llegar al poder por la vía de las armas, el aliado de George Bush vive su peor momento, presionado por fuerzas talibanas que operan en la frontera afgana, hasta tuvo que soportar un bombardeo de la OTAN la semana pasada.

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Vista de la Mezquita Roja de Islamabad después de varios días de intensos combates.
 
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