EL MUNDO › 85 MUERTOS EN UN ATAQUE CONTRA RUSOS EN CHECHENIA
La guerra de nunca acabar
Rusia quiere mostrar que la guerra de Chechenia terminó, pero la caída de un helicóptero militar ruso por un misilde los rebeldes chechenos parece demostrar lo contrario.
Por Nick Paton Walsh *
Desde Moscú
Por lo menos 85 soldados rusos murieron ayer cuando un misil tierra-aire derribó el helicóptero de transporte en el que estaban viajando sobre Grozny, la capital de la destrozada república de Chechenia. Los websites rebeldes chechenos declararon que eran responsables del ataque, que aparentemente causó la peor pérdida militar rusa en un solo incidente en la región desde la guerra en 1999. El Mi-26 militar ruso, transportando por lo menos 106 soldados, muchos de los cuales eran oficiales, y una tripulación de cinco personas, sufrió una enorme explosión en uno de sus dos motores, causando su caída desde una altura de 180 metros cerca de una base militar en Khankala, un suburbio de Grozny. La tripulación escapó y varios sobrevivientes cayeron bajo fuego en tierra.
El Mi-26 estaba transportando oficiales y soldados desde el aeropuerto de Mozdok, Ingushetia, a Grozny, de regreso de las vacaciones o relevando a otros oficiales en la ciudad. Un vocero del Ministerio de Defensa ruso dijo que el piloto había pedido permiso para hacer un aterrizaje de emergencia porque un motor estaba incendiándose y las señales de fuego estaban iluminadas en la cabina. Las agencias de noticias rusas dijeron que el avión había sido derribado por rebeldes chechenos, aunque los expertos señalaron que el helicóptero había excedido su peso límite de 82 pasajeros. Las puertas del Mi-26 están en la parte de abajo del avión, lo que significaba que los pasajeros estaban atrapados dentro cuando se estrelló.
El vicefiscal general de Rusia, Sergei Fridinsky, le dijo a la agencia de noticias Interfax que el helicóptero se había estrellado en un campo minado, lo que junto con el humo y el fuego de los restos, dificultaban los esfuerzos de rescate. Dijo que 127 soldados y cinco tripulantes estaban a bordo y se negó a decir si el accidente había sido causado por fuego de los rebeldes o por una falla técnica. Interfax también informó que 32 soldados habían sido rescatados. El presidente Vladimir Putin ordenó al jefe de las fuerzas terrestres rusas, Nikolai Kormiltsev, quién también es viceministro de Defensa, que llevara a cabo una investigación. Una comisión será enviada al lugar del accidente. El ministro de Defensa, Sergei Ivanov, expresó anoche sus condolencias a los familiares de las víctimas.
El accidente ocurre en medio de una lucha intensificada en Chechenia, con acciones rebeldes la semana pasada en el sudoeste, que mataron a nueve soldados y cinco civiles. Los repetidos informes han señalado una renovada ofensiva contra Grozny en septiembre. El mes pasado, el líder rebelde checheno, Aslan Masjadov y el comandante rebelde Shamil Basaiev ofrecieron una conferencia conjunta expresando su deseo de luchar. Algunos analistas han interpretados la renovación de la lucha como un intento de arrastrar a Putin a la mesa de negociaciones. La semana pasada el ex jefe de consejo de seguridad de Rusia, Ivan Rybkin, se reunió con un representante rebelde checheno en Ginebra con el propósito de recomenzar las conversaciones de paz.
Otros sugieren que las fuerzas chechenas se han reagrupado e intentan poner en apuros al Kremlin, que insiste en que las operaciones militares en Chechenia han terminado, para embarcarlo en una renovada ofensiva. El Ejército ruso ha sufrido varias pérdidas en accidentes de helicópteros en los últimos dos años. Dos generales y 11 tropas murieron en septiembre pasado cuando un misil portátil derribó a un helicóptero que acababa de despegar de Grozny. En enero un Mi-8 se estrelló, y los funcionarios dijeron inicialmente que se debió a fallas técnicas pero luego una investigación desenterró fragmentos entre los escombros que sugirieron que había sido derribado por un misil.
* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.