La liberación de Ingrid Betancourt siguió generando reacciones en los líderes latinoamericanos. Con críticas a las FARC, Fidel Castro celebró el fin del cautiverio de la ex candidata presidencial. “Por elemental sentimiento de humanidad, nos alegró la noticia de que Ingrid Betancourt, tres ciudadanos norteamericanos y otros cautivos habían sido liberados”, sostuvo en un artículo. Pero advirtió que los Estados Unidos pretenden capitalizar el hecho para ocultar sus crímenes y su intervencionismo. Por su parte, el presidente peruano, Alan García, aprovechó para fustigar al grupo guerrillero.

En una nota publicada en el portal digital Cuba Debate, el histórico líder cubano sostuvo que por sus condiciones de salud la política colombo-francesa no podría haber resistido mucho más tiempo. Y combinó la alegría por la libertad de los rehenes con las críticas a las supuestas intenciones del gobierno de los Estados Unidos. “El imperialismo trata de explotar lo ocurrido en Colombia para ocultar y justificar los horrendos crímenes de genocidio con otros pueblos y desviar la atención internacional de sus planes intervencionistas en Venezuela y Bolivia”, redactó.

Según Castro, con el caso de Betancourt Washington también busca distraer sobre “la presencia de la IV Flota en apoyo de la línea política que pretende liquidar totalmente la independencia y apoderarse de los recursos naturales de los demás países al sur de Estados Unidos”.

En su texto, el histórico líder comunista cargó contra los modos empleados por las FARC. “Nunca debieron ser secuestrados los civiles ni mantenidos como prisioneros los militares en las condiciones de la selva. Eran hechos objetivamente crueles. Ningún propósito revolucionario lo podía justificar”, escribió. La crítica a la guerrilla colombiana incluyó una comparación con el trato que la isla les daba a sus derrotados. Fidel sostuvo que la Revolución Cubana triunfó poniendo de inmediato en libertad y sin condición alguna a los prisioneros. “Entregábamos a la Cruz Roja Internacional a los soldados y oficiales capturados en cada batalla, ocupando sólo sus armas. Ningún soldado las depone si lo esperan la muerte o un tratamiento cruel”, afirmó.

Los cuestionamientos a las FARC también llegaron desde Perú. Se trata de “una afirmación de la democracia continental y es una bofetada a los extremistas y violentistas del continente, es la derrota de los que creen que se necesita violencia, amenaza, y no saben que para gobernar se necesita paciencia y construcción”, dijo el presidente García. El mandatario agregó que la verdadera democracia se refleja cuando un gobierno ejecuta obras concretas para beneficiar a los sectores menos favorecidos y lograr la inclusión de los más pobres a los servicios de salud y educación.