Las cartas se vuelven a barajar para la Convención de noviembre. Con la carrera presidencial desatada, José Miguel Insulza lleva el primer lugar, pero el ex presidente Ricardo Lagos sigue concitando adhesiones, a pesar de haberse bajado. Así lo informó el diario La Nación de Chile, refiriéndose al “duelo real” entre Insulza y Lagos. La directiva del Partido Socialista (PS) concentra energías en lograr que la proclamación del actual secretario general de la OEA sea cuanto antes, incluso barajando la posibilidad de adelantar la convención del 29 de noviembre que ungir al candidato del PS. Esa cita es vista como un mero trámite por los socialistas críticos, algo así como un traje a la medida para Insulza, como sería la junta Demócrata Cristiana (DC) para Soledad Alvear. Para el secretario general del PS, Marcelo Schilling, la opción de Insulza “tiene el beneficio de ser una figura respetada por los chilenos y no genera mayor rechazo ni resistencia, perfectamente puede ser una figura de unidad del conglomerado”. Atributo que no sería suficiente, porque en el núcleo duro del PS se cuestiona abiertamente que Insulza siga en Washington, mientras que el resto de los presidenciables se embarran los pies recorriendo las regiones del país para hacer campaña. Pese a haber explicitado su deseo de no querer postularse, Ricardo Lagos –el candidato fantasma– ha asumido un rol protagónico en las municipales, apoyando a candidatos de todos los partidos de la Concertación.