El gobernador de Illinois, Rod Blagojevich, ganó un poco de tiempo. La Corte Suprema del estado se negó ayer a destituirlo, como había pedido el viernes pasado la fiscal general de Chicago. El tribunal no expuso sus razones y simplemente informó que no es su competencia. El futuro del gobernador de 51 años, acusado de intentar rifar la banca que dejó libre Barack Obama en el Senado, tras ganar la presidencia, quedará en manos del Congreso local y de la Justicia. El mandatario electo adelantó ayer en una conferencia de prensa que la semana que viene habrá novedades del caso. Según explicó, los investigadores del FBI le dijeron que en unos días difundirán todos los detalles de la investigación.