España se sumó a la campaña europea contra la burka. Primero lo anunció el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, y luego lo confirmó la titular de la cartera de Igualdad, Bibiana Aído. “El velo integral es difícilmente compatible con la dignidad del ser humano, además de con la identificación de la persona”, explicó el primero. La segunda también destacó la cuestión de la seguridad. “Esta vestimenta supone dificultades a la hora de la identificación, con los posibles problemas de seguridad que pudieran conllevar”, agregó ayer Aído. La prohibición del velo integral –una prenda utilizada por los musulmanes más ortodoxos para cubrir de pies a cabeza a las mujeres– será apenas un artículo de la futura ley de libertad religiosa, que se discutirá en las próximas semanas en el Parlamento español. El proyecto de ley también incluirá la prohibición de símbolos religiosos en los espacios y edificios públicos. Mientras que el debate de la burka divide al campo progresista, el tema de los símbolos religiosos es uno de sus reivindicaciones, ya que afectaría principalmente a la Iglesia Católica. No obstante, los impulsores de la medida contra el velo integral tienen un precedente a su favor. El lunes el municipio de Barcelona anunció la prohibición del velo integral en todos los edificios e instalaciones pertenecientes al gobierno local. Otras tres localidades catalanas –Lérida, El Vendrell y Tarragona– ya habían tomado la misma decisión, en sintonía con la vecina Francia.