“El régimen de puño de hierro de Khadafi alcanzó su punto de quiebre”, dijo anoche el presidente norteamericano, Barack Obama. Horas antes, la portavoz del Departamento de Estado señaló: “La ofensiva por Trípoli está en marcha y si Khadafi se preocupara por el bienestar del pueblo libio dejaría el poder ahora mismo” y agregó que el gobierno de Estados Unidos está monitoreando la situación en Libia y que funcionarios estadounidenses se encuentran en estrecha colaboración con los rebeldes. En la misma línea, el gobierno británico consideró que el fin del régimen del líder libio estaba cerca. “Khadafi ha cometido delitos terribles contra la población de Libia y debe irse”, indicó un portavoz del primer ministro británico, David Cameron. Pero el jefe de Estado venezolano, Hugo Chávez, acusó a las potencias de intervencionistas. “Hoy (por ayer) estábamos viendo imágenes de cómo los gobiernos democráticos de Europa, no todos, y el gobierno supuestamente demócrata y democrático de los Estados Unidos están demoliendo Trípoli con sus bombas porque les da la gana”, dijo el presidente.