El gobierno griego presentará ante los ministros de Economía de la Eurozona el severo plan de ajuste, que contempla 30 mil despidos en la administración pública, acordado durante el fin de semana con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo. El ajuste para el sector público es la parte más complicada del paquete de reformas que exigen la Unión Europea y el FMI para liberar nuevas partidas de ayuda a Atenas y evitar con ellas la bancarrota del país. El gobierno griego debe anunciar cómo funcionará en la práctica ese plan, por ejemplo quiénes serán los destinatarios de los despidos, si los trabajadores más jóvenes o los más ancianos, que serían incentivados a jubilarse. El plan acordado entre el gobierno de Giorgos Papandreu y la “Troika” (EU, FMI y Banco Central Europeo) prevé que el PBI caiga 5,5 por ciento durante 2012 y el déficit presupuestario será del 8,5 por ciento, contra la estimación precedente del 7,6 por ciento. Para convencer a la “Troika”, Atenas prometió introducir nuevos impuestos, reducir los salarios de los empleados públicos en un 20 por ciento y eliminar un quinto de empleos estatales hasta el año 2015.