El escudo de defensa antimisiles de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) está parcialmente operativo. Así lo anunció desde Chicago el secretario general de la alianza, Anders Fogh Rasmussen, quien afirmó que se logró completar la fase preparatoria de un nuevo escudo para Europa. “En la cumbre de Lisboa acordamos crear un escudo antimisiles y hoy (por ayer) en Chicago lo hemos hecho realidad”, proclamó Rasmussen en rueda de prensa. Se trata de una capacidad “interina” (del armamento), según su denominación técnica, que constituye “un primer paso hacia nuestro objetivo de largo plazo de proporcionar una cobertura y protección total a todos los pueblos, territorios y fuerzas europeas de la OTAN”, agregó Rasmussen.

“El escudo nos permitirá defendernos de amenazas fuera del área euroatlántica”, aseguró el jefe de la OTAN en referencia al principal objetivo declarado para instalar la cobertura antimisiles, esto es, eventuales ataques con proyectiles adaptados para alcanzar largas distancias, fabricados supuestamente por países como Irán. Rusia, que ha protestado reiteradamente por este proyecto –al que considera una amenaza pese las aseveraciones en contrario de la OTAN–, había lanzado una nueva advertencia en contra del escudo pocas horas antes de que comenzara el domingo la Cumbre de la OTAN, donde el anuncio se hizo público. El viceministro de Defensa, Anatoli Antonov, dijo desde Moscú que el escudo antimisiles podría perturbar el equilibrio estratégico.

Rasmussen le contestó al funcionario ruso manifestando su esperanza de que en algún momento Rusia se dé cuenta de que cooperar en defensa misilística es de interés común. “Rusia no debería temer nada de la OTAN, no debería temer nada del escudo antimisiles”, escribió en su cuenta de Twitter el jefe de la Alianza Atlántica. Por ahora, el sistema tendrá acceso sólo a una estación de radar en Turquía y a buques de guerra de Estados Unidos con interceptores antimisiles a bordo que naveguen en el mar Mediterráneo, con capacidad para interceptar misiles balísticos de corto y mediano alcance. El centro de control y de mando está situado en Ramstein, Alemania.

Se espera que entre 2018 y 2020 se complete toda la capacidad operacional del misil. Para entonces también estarán disponibles equipos en Rumania y Polonia. Según Rasmussen, el escudo es el resultado de un “verdadero trabajo en equipo trasatlántico”. Los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN dieron también su visto bueno a un nuevo sistema de vigilancia terrestre de movimientos de tropas, para lo que se utilizarán cinco aviones no tripulados. Estos drones tienen una autonomía de vuelo de hasta 32 horas a una altura de 18 kilómetros. Estarán estacionados en la localidad italiana de Sigonella, en Sicilia. En este caso, se prevé que estén operativos a partir de 2016. Las imágenes que estos aviones no tripulados van a obtener deberían posibilitar el seguimiento de personas.