El gobierno de Estados Unidos consideró la asunción del nuevo presidente iraní Hasan Rohani como una oportunidad para que ese país actúe con rapidez y resuelva las preocupaciones de la comunidad internacional sobre su programa nuclear. En cambio Israel, su principal aliado en la región, se mostró escéptico frente a las promesas de cambio del mandatario persa. En Irán hay un nuevo presidente, pero eso no cambia el objetivo del régimen, dijo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. “Irán quiere desarrollar armas atómicas con el objetivo de destruir al Estado de Israel. Y eso significa un peligro no sólo para nosotros y Medio Oriente, sino para todo el mundo. Y tenemos la obligación de evitarlo”, recalcó Netanyahu.

La Casa Blanca fue una de las primeras en reaccionar tras la jura de Rohani: lo hizo pidiéndole que actuara con rapidez para resolver las profundas preocupaciones de la comunidad internacional sobre su programa nuclear. “Si este nuevo gobierno opta por cumplir sustantiva y seriamente sus obligaciones internacionales y encontrar una solución pacífica a este tema, hallará a un socio dispuesto en Estados Unidos”, prometió el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, a través de un comunicado.

Carney agregó que Estados Unidos espera que Rohani preste atención a la voluntad de los electores al tomar decisiones que conduzcan a una vida mejor para el pueblo iraní. El portavoz también felicitó al mandatario por su toma de posesión del cargo, celebrada ayer ante el Parlamento iraní. “Tomamos nota de que el presidente Rohani reconoció que su elección representa una llamada del pueblo iraní al cambio”, dijo el vocero del presidente estadounidense, Barack Obama.

Israel, en tanto, expresó nuevamente su preocupación por la política nuclear de Teherán. El ministro israelí de Inteligencia y Asuntos Estratégicos, Juval Steinitz, calificó de máscara el estilo moderado y dialoguista de Rohani y pidió mantener la presión sobre el país persa. “Rohani es un hombre refinado, que se reirá en el camino hacia la bomba atómica si Israel y Occidente no hacen lo necesario”, advirtió el funcionario a la radio militar israelí. A diferencia de su antecesor, Mahmud Ahmadinejad, Rohani no confronta abiertamente con Israel en sus discursos.

El presidente sirio, Bashar al Assad, envió un mensaje a su homólogo iraní para reafirmar su voluntad de mantener la alianza y hacer frente a las conspiraciones occidentales y de Estados Unidos en la región. El mensaje, publicado por la agencia de noticias oficial siria Sana, lo recibió Rohani de manos del primer ministro sirio, Wael al Halqi, que ayer se reunió con el nuevo gobernante iraní en Teherán, e indica que Occidente pretende socavar el eje de resistencia contra Israel. Al Halqi expresó en nombre de Al Assad la determinación del pueblo sirio de afrontar “la guerra global” que tiene ante sí y dijo que tienen capacidad para superar estos retos gracias a la unidad nacional y los sacrificios de las Fuerzas Armadas. Por su parte, Rohani respondió que ningún poder puede minar las relaciones históricas, profundas y estratégicas entre dos pueblos y países amigos.